Coquizadora de Pemex en Tula, lista hasta 2025
En la actualidad el costo de esta coquizadora se estima en 60 mil millones de pesos
CIUDAD DE MÉXICO, julio 22 (EL UNIVERSAL).- La planta coquizadora de Tula va a operar a inicios de 2025, comentó el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, en lo que fue un nuevo estimado para estas instalaciones, que van a cumplir 10 años desde el inicio de construcción.
"El primer trimestre de 2025, y lo señalamos aquí por una razón, va a entrar ya en producción completa la coquizadora de Tula, que convierte el combustóleo en gasolinas", dijo el funcionario en la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador del 18 de julio pasado.
Cuando se retomó la construcción de estas instalaciones en 2021 se estimó que iba a iniciar operaciones en 2023, pero con el paso del tiempo, al igual que las otras obras de Pemex, las dificultades técnicas y financieras fueron aplazando la fecha de puesta en operación.
En 2023 se señaló que sería a mediados de este año, luego se aplazó para octubre o diciembre de 2024, y ahora se espera para 2025.
Esta obra está llamada a apoyar el objetivo político de la autosuficiencia energética, es decir, dejar de importar gasolinas, diesel y turbosina de otros países, el cual también se ha aplazado al grado de que el gobierno ha reconocido abiertamente que no se logrará antes de iniciar la próxima administración.
La obra comenzó a construirse en 2016, pero a raíz de las revelaciones sobre directivos de Odebrecht, de dar sobornos a funcionarios de Pemex para conseguir multimillonarios contratos con la empresa productiva del Estado, había sido cancelada.
En la actualidad el costo de esta coquizadora se estima en 60 mil millones de pesos, pero se desconoce cuál es el costo real de las obras ante los retos técnicos que ha tenido.
La planta coquizadora genera más gasolinas y diesel, productos de alto valor del combustóleo, el residuo que resulta del primer proceso de refinación.
En México, por cada barril que entra a las seis refinerías para su procesamiento, entre 30% y 35% resulta en combustóleo, lo que ha restado históricamente margen de ganancia al área de refinación de la petrolera.
Este segmento de negocio lleva 22 años consecutivos reportando pérdidas netas para Pemex y el país.
REFLEJO DE PEMEX
La coquizadora de Tula es un ejemplo de la situación de Pemex y del avance de los objetivos de la empresa, al considerar que tampoco la autosuficiencia se alcanzará totalmente este año, ni el otro.
De hecho, el documento ´Prospectiva de Petróleo Crudo y Petrolíferos 2023-2037´ de la Secretaría de Energía (Sener) anticipa que las importaciones de gasolinas, diesel y turbosina van a crecer con miras a 2037 por el aumento de la demanda.
Lo que es un hecho es que Pemex ha realizado esfuerzos para reducir la dependencia de gasolinas de Estados Unidos. En 2018, el país dependía en 84% de las importaciones ante la ineficiencia e inactividad de las refinerías nacionales, para mediados de 2024, el porcentaje se ha reducido a 58%.
La empresa espera que, con la nueva refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco, que lleva ya meses de retraso, la coquizadora de Tula y la de Salina Cruz que va al 65%, las importaciones se puedan reducir a cero.