Yolanda Correa vuelve a México para presentar Giselle

CIUDAD DE MÉXICO.- La estrella de los ballets nacionales de Noruega y Cuba y del estatal de Berlín, Yolanda Correa, protagonizará dos de las cinco funciones de Giselle de la Compañía Nacional de Danza (CND), en el regreso del oscuro cuento medieval al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, entre este viernes y el 14 de mayo.
"Giselle siempre ha sido mi ballet favorito, aun después de haber bailado tantos ballets y de haber tenido tantas experiencias en un repertorio tan vasto. No sólo es la historia en ese ballet, sino también la tradición que tiene, su música, que es preciosa, muy bella de bailar. Es una historia muy humana, simplemente una historia de amor, no es un cuento de hadas, aunque tiene ficción en el segundo acto; es una historia de amor, en un estilo y una coreografía románticos preciosos", dice en entrevista Correa.
"Tengo una responsabilidad de poder seguir haciendo Giselle y ejecutarlo bien, para que el público siga enamorado de este ballet, porque a veces tenemos el miedo de que un ballet no trascienda, pero sigue gustando. Sí cuido el nivel, el estilo, la calidad artística y técnica también, es mi misión en la vida", agrega la también modelo a pregunta expresa de cómo siente el peso de la escuela cubana de ballet.
La estrella internacional, que vino antes a México a bailar en el festival Danzatlán 2021 que organiza en el país su amiga y compañera del StaatsBallett Berlin, Elisa Carrillo, compartirá el escenario con su compatriota y excondíscipulo en Cuba, Érick Rodríguez, que deja la CND este 2023 tras dos décadas.
La tragedia de Giselle con el príncipe Albrecht tendrá sabor cubano en el Teatro de la Ciudad, aunque en esta ocasión la CND no presentará la versión que legó la prima ballerina assoluta cubana Alicia Alonso (1920-2019), en cuya escuela y ballet se formaron juntos Yolanda Correa y Érick Rodríguez.
"Va a ser muy lindo y muy especial para los dos, para Érick y para mí, sobre todo después de haber sido amigos por años, haber compartido la escuela y la compañía (Ballet Nacional de Cuba). Poder estar presente en una de las últimas etapas de su carrera, para mí es muy especial. Poder bailar con él es un sueño hecho realidad porque es algo que hemos querido hacer por mucho tiempo, pero nunca se había dado la oportunidad; que la podamos tener ahora es un privilegio", dice Correa sobre compartir el escenario del Teatro de la Ciudad con su compatriota cubano en el estelar de su ballet favorito, Giselle.
Yolanda Correa nació en la provincia de Holguín donde estudió en la Escuela Vocacional de Arte y luego en La Habana en la Escuela Estatal de Ballet. Fue bailarina principal del StaatsBallett Berlin y luego primera bailarina del Ballet Nacional de Noruega, en Oslo. Fue candidata al premio Benois de la Danse 2014 (que han ganado los mexicanos Isaac Hernández y Elisa Carrillo) y ha ganado numerosos premios internacionales, en Europa y Estados Unidos. Su repertorio está formado por obras clásicas y contemporáneas, pues ha trabajado con obras de coreógrafos como Nacho Duato y John Cranko.
La compañía, que codirigen Carrillo desde Alemania y Cuauhtémoc Nájera, tiene funciones de Giselle este viernes 12 de mayo, a las 20:30 horas, y el sábado 13 y domingo 14, dos por día: 13 y a 18 horas.
En las otras tres funciones se alternarán los protagónicos de Giselle las primeras bailarinas y figuras de la CND Ana Elisa Mena, Blanca Ríos y Elisa Ramos, mientras que en el rol del adúltero Albrecht estarán, respectivamente, sus colegas Argenis Montalvo, Alejandro Hidalgo y Alejandro Mendoza.
La versión coreográfica que se presentará será la del maestro y bailarín sir Anton Dolin, basada en la original del padre del ballet Marius Petipa, con música de Adolphe Adam. Curiosamente, porque la CND solía montar en escena la versión que la gran bailarina cubana Alicia Alonso, fallecida en 2019.
"La versión que estamos haciendo hoy en la compañía es la basada en la de Anton Dolin, no en la Alicia Alonso. Desde hace como cuatro años comenzamos a bailar esta versión. Albrecht es un personaje que es el sueño de todo bailarín, al menos era el mío, he tenido la oportunidad de interpretarlo muchas veces", precisa en entrevista Érick Rodríguez, que en agosto pasado bailó en el Palacio de Bellas Artes en La sílfide y el escocés, acompañado por la primera bailarina Blanca Ríos.
"Albrecht es un noble que va a divertirse a un pueblo con una chica que conoce, que le gusta, y va a enamorarla sin importarle el daño que le pueda causar, pensando que él es de la nobleza y puede hacer lo que quiere. Termina lastimando a esta chica porque él está comprometido con otra noble, que se llama Mathilde, y tanto la lástima que termina matándola. Es un personaje complejo, sin escrúpulos. Sin embargo, entiende al final el daño que provoca y se arrepiente y se va a disculpar, se transforma".
Rodríguez agrega que Giselle tiene una demanda artística y técnica muy alta, en el estilo del ballet romántico, y conlleva mucha resistencia de piernas, de aire, de brazos en la cargada. Para el bailarín, es muy completo en todos los sentidos, y cualquier artista quiere bailarlo, es una gran historia que contar.
"Me siento feliz por tener la oportunidad de bailar con Yolanda, estudiamos juntos, somos del mismo grupo, es mi mejor amiga de la escuela. Estoy feliz de compartir con ella un ballet como Giselle, tan emblemático de Cuba y del mundo, porque además de una gran bailarina, es una gran amiga", añade Rodríguez, que nació en Matanzas en 1969 y del 2000 al 2002 fue parte del Ballet Nacional de Cuba.
Giselle es un ballet de dos actos que cuenta la historia de una joven campesina que luego de descubrir que ha sido engañada por su amado Albrecht, enloquecerá hasta morir y se convertirá en un alma en pena que romperá la orden de la Reina de las Willis, Myrtha, de vengarse de su traición.
La obra está inspirada en la leyenda germánica de las Willis –espíritus de jóvenes que mueren vestidas de novias antes de llegar al altar y se aparecen a medianoche a la luz de la Luna para llorar su pena y buscar venganza–, en De l'Allemagne , de Heinrich Heine, y el poema Las fantasmas, de Víctor Hugo.