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Subastarán "Estanque de nenúfares"

Subastarán Estanque de nenúfares
Sothebys espera recaudar 40 millones de dólares por una de las numerosas pinturas de nenúfares del impresionista Claude Monet

Publicación:12-05-2021
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Hasta su muerte, el artista pintó más de 250 cuadros de nenúfares

París, Francia.-La serie de los Nenúfares de Claude Monet son un mito y el orgullo de la nación francesa. El impresionista pintó las "Nymphaeas" en numerosas ocasiones. Le bastaba con sentarse a pintar en su jardín en Giverny, un pequeño pueblo en la frontera con Normandía, a 70 kilómetros de París. El jardín fue su obsesión, su retiro durante la Primera Guerra Mundial y una fuente de inspiración.

Quien visite esta maravilla natural creerá estar en el Edén. Monet plantó una variedad de flores y árboles, algu-nos de ellos exóticos. Se dice que siempre se aseguró de que el musgo y la malahierba se eliminaran de inmediato para que la luz pudiera reflejarse bien.

A partir de la década de 1890, Claude Monet comenzó a pintar cuadros de nenúfares, hasta su muerte en 1926. Cuando se sentaba junto al estanque, solía pintar varios cuadros al mismo tiempo, colocando los caballetes uno al lado del otro y trabajando casi como en una línea de montaje.

Desde ese momento, apenas pintó otros motivos. "Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, en 1914, el pintor se retiró a Giverny. Entonces el impresionista tenía 74 años y decidió retirarse para crear una obra maestra de nenúfares: una serie gigantesca que regaló al Estado francés.

El mismo habló de "gran decoración", que supuestamente distraería del sufrimiento de la guerra. Se construyó un nuevo estudio en Giverny, sobre todo para lienzos de gran tamaño. El día después del armisticio del 11 de noviembre de 1918, Monet donó por primera vez dos de las obras de nenúfares de gran formato al Estado francés. A instancias de su amigo y estadista francés Georges Clemenceau, Monet pintó más tarde ocho obras, después de que le prometieran que los cuadros en el futuro se presentarían con luz natural. Cumplir esta promesa no fue tan fácil para el amigo. En 1927, unos meses después de su muerte, los nenúfares encontraron un hogar definitivo y perfecto en el Musée de l'Orangerie en el Jardín de las Tullerías, en el centro de París. 

Después de varias reformas, el invernadero sigue siendo un lugar de peregrinación para el arte. Con los nenúfares de Monet, se creó allí una instalación única, una experiencia artística inigualable, porque las paredes ovaladas crean la sensación de estar en medio de un estanque. Las obras no tienen marcos. La incidencia de la luz diurna da la impresión de que las pinturas reaccionan según las horas del día. El amanecer se puede experimentar en el este y el atardecer, en el oeste.

Hasta su muerte, el artista pintó más de 250 cuadros de nenúfares, 40 de ellos de gran formato. La obra "Le Bassin aux nymphéas" (Estanque de nenúfares), que Sotheby's subasta este miércoles y podría alcanzar los 40 millones de dólares, también forma parte de esta revolucionaria obra tardía.



« Redacción »