Someterse a estrés puede modificar el ADN

El estrés ha sido catalogado como uno de los grandes problemas de la modernidad. Vivir en las grandes y ruidosas ciudades, los problemas económicos, el trabajo, las complicaciones familiares, etc., pueden llevar a que el cuerpo reaccione con estrés, el cual de acuerdo con el doctor Abu Dabrh, presidente del Comité de la Asociación de Atención Médica de la Junta Nacional de Asesoramiento en Salud y Bienestar de Mayo Clinic, es un factor de demencia y cáncer, además de que contribuye a que el ADN cambie.

El estrés crónico tiene un impacto muy importante en el organismo tanto de manera interna como externa, indica el especialista y agrega que, de manera interna, éste afecta la estructura de las mitocondrias, que son las encargadas de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular mediante el proceso de respiración celular y, al sufrir demasiado estrés, pueden dañar la salud y tener un impacto modificando el ADN, manifestándose a través de distintos procesos inflamatorios que pueden llevar a desarrollar demencia o, incluso, cáncer.

LIGADO AL ENVEJECIMIENTO

El también consultor asociado y profesor adjunto de Medicina y Medicina Familiar destaca que el estrés está íntimamente involucrado con el proceso de envejecimiento: "esto no significa vernos mayores, sino que nuestro cuerpo empieza a envejecer, comienza a tener dificultad para procesar ciertas cuestiones. Entonces, a mayor estrés, muchas de nuestras funciones corporales pueden empezar a disminuir". Aunque los niveles de estrés pueden variar entre cada persona, existen ciertos biomarcadores que lo miden de manera cualitativa y cuantitativa. Uno de ellos es el cortisol, la llamada hormona del estrés, que se puede comparar entre individuos; lo mismo sucede con los cambios en la presión arterial y en la forma en que se manifiesta, ya que para algunos puede ser físicamente y para otras a nivel psicológico.

Lo importante, añade el especialista, es cómo se responde al estrés porque es un mecanismo que siempre va a estar presente en el humano: "hay estrés bueno y malo; el bueno nos puede llevar a hacer cambios en la vida y decir, por ejemplo, 'tengo que comer mejor', 'me tengo que ejercitar'. El estrés malo es el que tiene un impacto negativo en nuestras vidas, cuando ya no sabemos cómo responder. Se puede contrarrestar a través de comer y dormir mejor, ejercitarnos, cuidarnos a nosotros mismos, tener un hobby, algo que nos guste hacer, tener conexiones sociales. Todas estas son herramientas que nos pueden ayudar. Vivir y cultivar la resiliencia también es muy importante".

Dabrh enfatiza que, para combatirlo, es vital saber qué es lo que está generando el estrés, qué sentimientos está desencadenando y cuánto tiempo se tiene padeciendo para poder acudir con un especialista que ayuda a tratarlo.

¿QUÉ ES EL ESTRÉS?

Según la OMS, es un estado de tensión mental generado por una situación difícil. También establece que todos padecemos cierto grado de estrés pues es una respuesta natural a los estímulos del ambiente. Sin embargo, la manera en la que reaccionamos ante él es lo que hará la diferencia en el bienestar.

COMBATE EL ESTRÉS

La OMS recomienda algunas medidas que pueden ayudar a gestionar de una mejor manera este problema:

-Tener una rutina diaria: ayuda a sentir que se tiene mejor control de la vida y a ser más eficaces.

-Dormir bien: dormir lo suficiente contribuye a tener una mente y cuerpo descansados.

-Realizar una actividad física: ayuda al cuerpo en general y tendrás una sensación de salud.

-Hablar con familiares y amigos: es vital hacerles saber que se está preocupado.

-Llevar una alimentación saludable: comer alimentos de forma equilibrada e hidratarse bien también ayudará a mantenerse sano.

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