Rogelio Cabrera López: Una década de ministerio pastoral

El mes de diciembre representó para el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, un mes especial, ya que cumplió 10 años de haber llegado a la Arquidiócesis de Monterrey y con ello iniciar su ministerio pastoral en que innovó, escuchó a los fieles y caminó por las diferentes parroquias.

INCANSABLE ACTIVIDAD

En diez años, que se dicen fácil, buscó incluir a todos los sectores y trabajar con ellos.

De entrada y para dar puntual atención a su labor pastoral y dar una mejor cobertura, solicitó al Papa Francisco, 7 Obispos Auxiliares para la Iglesia de Monterrey.

Además, decretó la reestructuración pastoral de la Arquidiócesis de Monterrey en 13 Zonas Pastorales con 34 Decanatos.

Desde su llegada, Cabrera López ha tenido a bien erigir 1 Cuasi-Parroquias, 18 misiones parroquiales y 34 parroquias.

Ha publicado 8 cartas pastorales para la Arquidiócesis; además, ha ordenado 126 diocesanos y religiosos, además, 118 diáconos permanentes.

Instituyó las Pastorales del Hermano Mayor; de Mujeres y también el de Redes Sociales.

“Les pido siempre una oración por mí y también les pido disculpas porque no alcanzo a llenar el vaso, imposible para mí, no tengo esas capacidades, pero Dios viene siempre en mi ayuda y él pone todo el resto y más, Él desborda el vaso vacío y esto me anima a mirar positivamente todo”, mencionó el Arzobispo.

Entre otras cosas, creó un proyecto educativo denominado el Instituto de la Arquidiócesis de Monterrey, ofreciendo los estudios de preparatoria, la Licenciatura en Ciencias Religiosas y la Maestría, e inauguró el Museo Arquidiocesano de Arte Sacro.

También creó las Comisiones Diocesana para la Tutela de Menores y Adultos Vulnerables, del Medio Ambiente, para la Atención Integral a las Personas Migrantes, Desplazadas y Refugiadas.

Además, desde 2018, funge como Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y en el 2019 fue electo presidente del Consejo de asuntos económicos del CELAM.

PERDÓN Y GRACIAS

Monseñor Cabrera López, expresó su agradecimiento a la comunidad de Monterrey por el arropo que ha tenido a lo largo de estos 10 años, asimismo externó su felicidad por servir a la Iglesia de Monterrey.

“Quiero decirles que estoy muy agradecido, que estoy muy contento de servir a esta Iglesia de Monterrey, que estoy impresionado por su bondad, que puedo decir las mismas palabras de aquellos que presenciaron los milagros de Jesús, puedo decir que Dios hace maravillas y hace maravillas en ustedes, soy testigo de los milagros que Dios hace en esta Iglesia de Monterrey, expresó Cabrera López.

“Dos palabras quiero subrayar: perdón y gracias, desgraciadamente cuando uno pide perdón, a la persona que uno le quiere pedir perdón no está, porque la distancia no permite a veces decirle a alguien que nos debería de escuchar, esta es la dificultad de pedir perdón, es muy difícil que lo escuche y sé que no están aquí aquellos a quienes debería de pedirles perdón, porque seguramente mi omisión, mi falta de dirigencia apostólica ha generado alguna distancia”, añadió.