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Cultural Literatura


Recuerdan a Villaurrutia en el aniversario de su natalicio

Recuerdan a Villaurrutia en el aniversario de su natalicio


Publicación:29-03-2023
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En el marco del 120 aniversario de su natalicio, el INAH entregó su monumento fúnebre, dañado por los sismos de 2017

Cd de México.- En un perfecto oxímoron, la lira de Xavier Villaurrutia (1903-1950), plasmada en su poema Décima muerte, resonó este lunes en el Panteón del Tepeyac, al norte de la Ciudad de México, en el marco del 120 aniversario de su natalicio.

Ahí, autoridades de la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), encabezaron la entrega de su monumento fúnebre, ya restaurado, luego de las afectaciones por los sismos de 2017.

La coordinadora nacional de Monumentos Históricos (CNMH) del INAH, Valeria Valero Pié, evocó los versos del poeta y señaló el honor que para la dependencia federal representó supervisar las tareas de restauración de su sepulcro de mármol y granito.

Valero Pié señaló que la tumba de Villaurrutia no solo es un vestigio patrimonial por su calidad artística y por resguardar los restos del afamado escritor, ya que su ubicación en el Cerro del Tepeyac, un lugar de culto prehispánico a Tonantzin y donde, según la tradición, ocurrió la aparición de la Virgen de Guadalupe a san Juan Diego, "es icónica e histórica para todas y todos los mexicanos".

Sobre los daños, la arquitecta Ethel Herrera Moreno, y la restauradora independiente Elizabeth Cortés González, quien estuvo a cargo de las acciones correctivas, indicaron que, si bien el recinto funerario en sí mismo no tuvo grandes daños, la cruz que lo corona colapsó.

Los procesos de atención del bien cultural iniciaron con su limpieza física y mecánica, y un registro fotográfico y arquitectónico del estado que guardaba.

Posteriormente, se emprendió la consolidación in situ de los componentes caídos, dotando a la cruz de un soporte, cuya finalidad es evitar daños futuros por movimientos sísmicos.

El monumento fue hidrofugado para impedir que absorba y reciba afectaciones por la lluvia ácida. Asimismo, se le colocaron resanes con materiales como polvo de mármol y cal apagada, compatibles con su fábrica original.

Durante el evento, se contó con la presencia del sobrino del poeta, Luis Miguel Villaurrutia Ortiz.

La ceremonia concluyó con la colocación de una ofrenda floral en el monumento y con la lectura del sonoro epitafio creado por el propio Villaurrutia: "Dicen que he muerto. No moriré jamás: ¡Estoy despierto!

HOMENAJE LITERARIO

En el 120 aniversario de su natalicio, los escritores y críticos literarios Evodio Escalante, Carmen Galindo, Víctor Manuel Mendiola y César Cañedo participaron en una mesa en homenaje al poeta Villaurrutia.

Ahí  abordaron la poesía, el teatro y las actividades culturales del célebre escritor, cuya obra ha influido decisivamente en la tradición lírica mexicana.

Tras la ponencia, los asistentes acudieron a una muestra fotográfica sobre el dramaturgo, poeta y ensayista que vivió entre 1903 y 1950, la cual está integrada por el acervo del recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), que incluye una mascarilla mortuoria.

Nacido el 27 de marzo de 1903, Villaurrutia estudió en el Colegio Francés y en la Escuela Nacional Preparatoria, donde inició su amistad con Salvador Novo y Jaime Torres Bodet. Luego de abandonar los estudios de jurisprudencia para dedicarse a las letras, estudió teatro en el Departamento de Bellas Artes y Arte dramático en la Universidad de Yale, becado por la Fundación Rockefeller. Impartió clases en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y fue jefe de la sección de Teatro del Departamento de Bellas Artes.

También fue cofundador del grupo teatral Ulises, proyecto que dio impulso al teatro experimental y de vanguardia, además de crear la revista Contemporáneos (1928-1931) y dirigir la revista Ulises (1927-1928).

Fue guionista de películas, escribió obras de teatro y novelas, además de traductor de los escritores William Blake, Anton Chéjov, André Gide y Jules Romains.



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