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Presenta MARCO la primera revisión de trayectoria de Gerda Gruber

Presenta MARCO la primera revisión de trayectoria de Gerda Gruber


Publicación:19-09-2025
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Desde su llegada hace 50 años, la artista ha trabajado de manera comprometida en su carrera artística

El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey presenta la exposición Gerda Gruber: Entre verde y agua, la revisión más amplia hasta ahora de la artista, considerada un referente en la escultura contemporánea de México.

Nacida en 1940 en Bratislava, capital de Eslovaquia, Gruber llegó a México en 1975. Desde su llegada hace 50 años, la artista ha trabajado de manera comprometida en su carrera artística, que ha desarrollado a la par de su labor docente, formando a varias generaciones, teniendo como alumnos a artistas como Miriam Medrez y Javier Marín.

La artista vivió en Ciudad de México entre 1975 y 1988. Dentro de ese periodo, en 1976 fundó el Taller de escultura en barro de la entonces Academia de San Carlos, donde impartió clases. Y en 1977 hizo su primer viaje a Nuevo León, donde tuvo visitas y estancias intermitentes durante un periodo de 20 años, estableciendo colaboraciones con empresas de la región, como Cerámica Regiomontana, Aceros Monterrey y Vitro, lo que le permitió explorar nuevos materiales en un entorno industrial.

Por otro lado, la artista comenzó a trabajar con el barro a partir de su interés por las culturas prehispánicas, impulsando también a sus alumnos a trabajarlo. Su constante inquietud y curiosidad por explorar nuevos panoramas la condujeron a Yucatán, donde ha trabajado con madera y otros materiales orgánicos, además de establecer ahí su residencia, desde finales de los años 80.

Bajo la curaduría de Daniela Pérez, la exhibición contextualiza a la artista y su producción, ahondando en su investigación artística enfocada tanto en los ciclos de transformación natural como en la escultura en evolución, que identifica la inteligencia en forma de semilla, como refugio y fuente de vida. La selección incluye 113 obras realizadas a partir de su llegada a México; las más antiguas son de mediados de los años 70, algunas piezas datan de los 80, y la mayoría son a partir de los 90 hasta la actualidad.

"La preocupación de Gerda por la vida vegetal le ha permitido integrar una interpretación única desde su imaginario artístico a partir del impacto de las capas de estructuras y de resguardo que le maravillan reconocer en semillas, sombra, viento, plantas, luz, nidos, agua, el movimiento, las plantas, e inclusive, la tradición proveniente del conocimiento milenario", indica Daniela Pérez, curadora de la muestra.

"Con sus propuestas intuitivas, hoy celebramos la vigencia de una producción que, a lo largo del tiempo, ha encontrado caminos que le permiten mantenerse fiel y siempre en búsqueda de profundización, ante la evolución escultórica de los refugios que se comunican inevitablemente de raíz con la tierra".

A lo largo de las cuatro salas de planta baja por donde se despliega la muestra, las obras se distribuyen no por orden cronológico ni temático, sino por los vínculos matéricos y discursivos entre sus creaciones. Como las obras son de distintas épocas, materiales y narrativas, la decisión curatorial fue integrarlas bajo ciertos aspectos relevantes que coinciden en la producción de Gruber, permitiendo así que convivan independientemente del periodo en el que fueron creadas:

Las relaciones posibles entre los materiales: a la artista le interesa huir de las convenciones y abrirse a experimentar con diversos materiales, pues considera que es una forma de encontrar fragmentos dispersos de sí misma en su entorno, a través de la naturaleza, que contiene ciclos de vida complejos.

Sus diferentes investigaciones y procesos: Por la escala del espacio expositivo y el formato de revisión de la muestra, por primera vez se podrán ver en conjunto tanto el proceso creativo de la artista como sus diferentes intereses en su investigación artística que ha realizado por años.

La curadora Daniela Pérez señaló que a la artista le interesa investigar "el estudio de la energía regenerativa de lo natural, los ciclos, la transformación, los procesos, la existencia y la vida".

Cabe mencionar que, la exposición forma parte del esfuerzo de MARCO por revisar la producción de artistas cuya trayectoria ha tenido un impacto y relevancia tanto en la escena nacional como en la internacional.

Con la exhibición de Gerda Gruber, el museo a través de su colaboración interinstitucional con el MAM, realiza un aporte histórico en el arte tanto de México como de Nuevo León, al revisar y analizar la producción de una artista que ha impactado al arte contemporáneo, tanto con su producción artística como con su compromiso en la formación artística.

RECORRIDO POR SALAS

En la exposición de Gerda Gruber se encuentran también intervenciones de la artista, piezas inéditas y esculturas presentadas a manera de instalación, ahondando así desde distintas perspectivas en el interés de la artista por la exploración y la reflexión en torno a lo natural.

Una línea de semillas insertada en el muro se encontrará al inicio de la muestra como una especie de apropiación temporal del espacio del museo. Sus esculturas en porcelana y cerámica de pequeño formato se reúnen en una plataforma amplia, mientras que las de gran formato estarán distribuidas en el espacio. Además, se incluye una videoproyección que muestra a la artista y su proceso de creación. Por otro lado, las esculturas en madera hacen referencia al bosque, pues las maderas provienen de árboles de frutos como aguacate, tamarindo, zapote, entre otros.

En esta primera sala se encuentra un fotomural que muestra una de las primeras obras de sitio específico y para el exterior que la artista hizo en Monterrey, de 1996; es Sin título, aunque coloquialmente se le conoce como Conuco. Entre sus obras recientes está Navegar hacia... (2020-2022) una canoa elaborada con bambú, manta y 700 piezas de arcilla, instalada en homenaje a los fallecidos por la pandemia del Covid-19 en Yucatán.

Las semillas se han convertido en uno de los elementos más significativos de su producción, y en la segunda sala se reúnen proyectos acerca de este interés. Uno es Campo magnético, una intervención en una escuela pública de Yucatán que se muestra a través de fotografía. Ahí, la artista, al observar que los alumnos no contaban con ningún tipo de vegetación en el área recreativa, realizó una intervención donde sembró árboles neem colocados dentro de un espacio circular diseñado por ella. Otro proyecto es la investigación Catálogo de semillas, cuyo detonante es la teoría de la NASA que pronostica un aumento en el nivel del mar por el cambio climático que podría sumergir algunas zonas de Yucatán. El proyecto contempla la serie de esculturas Contenedores de semillas; en la exposición, se tiene planeado que al cierre de la muestra en MARCO, uno de esos contenedores resguarde en su interior un grupo de semillas provenientes de especies de Yucatán y sea sepultado como cápsula de tiempo.

En la tercera sala predominan las esculturas trabajadas con procesos más relacionados con ensamble, tejido y unión, que refieren a formas similares a los capullos de la naturaleza. La serie de esculturas Semillas de jabim I, II y III, (2024) así como Estructura de semilla de jabim I-III (2024-5) y Capullo (2023), se presentan suspendidas desde el techo mediante un tejido que las conecta.

Para la cuarta y última sala se reúnen entre otras, esculturas en barro, uno de los materiales más significativos en la producción de la artista. También se encuentran esculturas en madera y fieltro, otro de los más recientes materiales explorados por la artista como parte de su incesante experimentación.

 



« El Porvenir / César López »