Pide "ser un santuario de migrantes"

Teniendo como marco la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, el Arzobispo de Monterrey,  Rogelio Cabrera López, compartió el ideal de la Iglesia de Monterrey entorno a los hermanos migrantes.

“Quiero compartirles un sueño que tenemos en esta Iglesia de Monterrey, los sacerdotes que junto conmigo llevamos la pastoral en favor de migrantes y refugiados que están aquí conmigo, el padre Felipe, el padre  Zavala y Mons. Luis Eduardo Villarreal , compartimos un sueño, que desde luego apoyan los obispos auxiliares, los sacerdotes, las consagradas y muchos de ustedes fieles laicos, el sueño de que esta Iglesia de Monterrey y cada una de sus comunidades parroquiales, sean un santuario de acogida de los migrantes”, mencionó Cabrera López. 

“¿Qué significa esto?, significa primero reconocer que todo es de Dios, reconocer que esta tierra le pertenece a Dios, que ni ustedes ni yo somos dueños absolutos, que todo aquel que pisa esta tierra sabe que es tierra para todos”, detalló. 

Asimismo, explicó que más allá de un refugio, un santuario es un lugar donde siempre habita la divinidad, es un lugar donde Dios protege a sus hijos y sus hijas.

"En el pueblo de Israel había una bonita tradición, una ley, que si alguien era perseguido y se agarraba del altar no podían matarlo, quedaba amparado por el santuario, eso es lo que queremos hacer en esta Iglesia de Monterrey, que todo aquel que esté aquí, aunque no sea originario de esta tierra tenga el derecho de agarrarse de Dios, agarrarse de la Iglesia, de agarrarse de la humanidad, de tal manera que este siempre protegido, es más que sea amado y ayudado”, relató. 

En tanto, el Arzobispo agradeció a todos los fieles de Monterrey, su apoyo a nuestros hermanos desprotegidos.

“Manifiesto desde luego mi gratitud hacia los fieles de esta Iglesia de Monterrey por su bella actitud caritativa y en su mayoría muy respetuosa de todos los que vienen a esta tierra”.

En la Santa Misa celebrada en la Catedral de Monterrey, estuvieron presentes hermanos migrantes de Haití, que fueron recibidos en la casa INDI y fueron invitados a participar en esta Jornada dedicada a ellos.

Al terminar la Eucaristía , en su mensaje dominical el Arzobispo reiteró su llamado al trato digno y humanitario con los hermanos migrantes.