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Óperas relegadas del XIX llegarán a una gala
Publicación:14-08-2023
TEMA: #Cultura
En el Esperanza Iris
CIUDAD DE MÉXICO.- En la gala orquestal "Resonancias: 200 años de ópera
mexicana", en la que se recapitulan ciertas obras de compositores reconocidos y otros cuya obra no ha sido tan divulgada, se van a presentar arias de ópera, duetos y fragmentos orquestales.
Una de las obras más antiguas que se programó en la gala es el Aria de Sancho Panza, de "La venta encantada", de Miguel Planas, pieza perdida y que vuelve a un escenario después de que transcurrieron alrededor de 150 años sin que otra orquesta la hubiera interpretado.
"No hay oído vivo que la haya escuchado", dice, en entrevista, la soprano Ana Rosalía Ramos, una de las dos cabezas -junto al barítono Carlos Reynoso- de la compañía Ópera: Nuestra Herencia Olvidada, que ha impulsado este proyecto donde también participan la mezzosoprano Rosa Muñoz, el tenor Edgar Villalva y un ensamble de varias orquestas juveniles, al que conforman más de 60 músicos de la Escuela Carlos Chávez, la OSINJUVE, la Ollin Yoliztli y la Eduardo Mata, entre otras, bajo la dirección Caesar Hernández.
"Se van a volver a escuchar varias arias inéditas en su versión orquestal, que es la más original y fiel a la que se presentó en aquella época", abunda Ramos y recalca que el olvido que cayó sobre muchas de estas piezas tiene que ver con las ganas de "europeizarnos": la llegada, en el siglo XIX, de las compañías italianas y francesas, estuvo impulsada por el objetivo de civilizar a México como una nación joven; a través de la ópera se le enseñaba a la sociedad a vestir, hablar y comportarse bajo el modelo europeo; los compositores mexicanos que asistieron, entonces, a los grandes teatros construidos específicamente para dichas compañías -en tiempos de Antonio López de Santa Anna-, imitaron las obras hasta el punto de también escribirlas en italiano y francés.
"Cuando llegó la Independencia, se creyó que la música que tenía la influencia europea ya no valía lo mismo que antes, aunque, al final, hubiera sido hecha por compositores mexicanos; al desechar esa música, se perdieron muchas obras que no volvieron a escucharse. Nosotros estamos poniendo mucha fuerza en recuperar esto", afirma la soprano y repasa otro capítulo en la historia de la música mexicana: el nacionalismo, que tuvo temas ya de un carácter propio, pero no por ello dejó de desechar estas obras olvidadas frente a las de los compositores contemporáneos porque "seguían sonando muy europea".
"Hoy lo que queremos es cambiar dichas vías. Hay un buen auge para recuperar esta música y reconocernos como mexicanos en ella; reconocer que la ópera es parte de nosotros. No hay competencia con los europeos, pero no la hay porque son obras con su propio valor y su propia influencia social del momento", concluye la soprano.
Algunas de las piezas que se incluyen en el programa son Eccomi alfine, de Leonora de Luis Baca; Serenata, de Ildegonda, de Melesio Morales; O toi, Comtesse qu´on encense!, de La leyenda de Rudel, de Ricardo Castro; Los arrullos de la cuna, de El último sueño, de José F. Vásquez; Querido don Pablo, de Il Postino, ¡Álvaro!, de Florencia en el Amazonas, de Daniel Catán; y De mi amor, el sol hermoso, de Keofar, de Felipe Villanueva.
La gala será el próximo 20 de agosto, a las 18:00 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro) y se subirá posteriormente al canal de YouTube Ópera: Nuestra Herencia Olvidada.
Una de las obras más antiguas que se programó en la gala es el Aria de Sancho Panza, de "La venta encantada", de Miguel Planas, pieza perdida y que vuelve a un escenario después de que transcurrieron alrededor de 150 años sin que otra orquesta la hubiera interpretado.
"No hay oído vivo que la haya escuchado", dice, en entrevista, la soprano Ana Rosalía Ramos, una de las dos cabezas -junto al barítono Carlos Reynoso- de la compañía Ópera: Nuestra Herencia Olvidada, que ha impulsado este proyecto donde también participan la mezzosoprano Rosa Muñoz, el tenor Edgar Villalva y un ensamble de varias orquestas juveniles, al que conforman más de 60 músicos de la Escuela Carlos Chávez, la OSINJUVE, la Ollin Yoliztli y la Eduardo Mata, entre otras, bajo la dirección Caesar Hernández.
"Se van a volver a escuchar varias arias inéditas en su versión orquestal, que es la más original y fiel a la que se presentó en aquella época", abunda Ramos y recalca que el olvido que cayó sobre muchas de estas piezas tiene que ver con las ganas de "europeizarnos": la llegada, en el siglo XIX, de las compañías italianas y francesas, estuvo impulsada por el objetivo de civilizar a México como una nación joven; a través de la ópera se le enseñaba a la sociedad a vestir, hablar y comportarse bajo el modelo europeo; los compositores mexicanos que asistieron, entonces, a los grandes teatros construidos específicamente para dichas compañías -en tiempos de Antonio López de Santa Anna-, imitaron las obras hasta el punto de también escribirlas en italiano y francés.
"Cuando llegó la Independencia, se creyó que la música que tenía la influencia europea ya no valía lo mismo que antes, aunque, al final, hubiera sido hecha por compositores mexicanos; al desechar esa música, se perdieron muchas obras que no volvieron a escucharse. Nosotros estamos poniendo mucha fuerza en recuperar esto", afirma la soprano y repasa otro capítulo en la historia de la música mexicana: el nacionalismo, que tuvo temas ya de un carácter propio, pero no por ello dejó de desechar estas obras olvidadas frente a las de los compositores contemporáneos porque "seguían sonando muy europea".
"Hoy lo que queremos es cambiar dichas vías. Hay un buen auge para recuperar esta música y reconocernos como mexicanos en ella; reconocer que la ópera es parte de nosotros. No hay competencia con los europeos, pero no la hay porque son obras con su propio valor y su propia influencia social del momento", concluye la soprano.
Algunas de las piezas que se incluyen en el programa son Eccomi alfine, de Leonora de Luis Baca; Serenata, de Ildegonda, de Melesio Morales; O toi, Comtesse qu´on encense!, de La leyenda de Rudel, de Ricardo Castro; Los arrullos de la cuna, de El último sueño, de José F. Vásquez; Querido don Pablo, de Il Postino, ¡Álvaro!, de Florencia en el Amazonas, de Daniel Catán; y De mi amor, el sol hermoso, de Keofar, de Felipe Villanueva.
La gala será el próximo 20 de agosto, a las 18:00 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro) y se subirá posteriormente al canal de YouTube Ópera: Nuestra Herencia Olvidada.
« El Universal »
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