Cultural Salud
Los riesgos de ser noctámbulo, según la UNAM
Publicación:26-09-2023
TEMA: #Tips de salud
Las personas con esta "patología" tienden a destinar su tiempo nocturno para realizar actividades que les resultan más atractivas
CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 26 (EL UNIVERSAL).- Dormir es una actividad reparadora para el cuerpo. Durante este periodo, el organismo adquiere la energía necesaria para realizar actividades cotidianas, pero para lograrlo es necesario tener una higiene del sueño adecuada.
Especialistas sugieren que, para descansar adecuadamente, se requieren entre siete u ocho horas de sueño. En cambio, omitir este periodo o no conciliarlo deriva en los denominados "noctámbulos".
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuando una persona es noctámbula sacrifica sus horas de sueño para poder estar despierto hasta muy tarde y este es un fenómeno visible en muchos adultos jóvenes.
Las personas con esta "patología" tienden a destinar su tiempo nocturno para realizar actividades que les resultan más atractivas, por ejemplo, ver la televisión o estar en la computadora.
Carolina Escobar Briones, jefa del Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que, durante el sueño, los músculos se relajan y el cerebro produce hormonas que ayudan a restaurar los tejidos y proteínas para reparar los citoesqueletos, o bien, la parte interior de las células.
"Si no dormimos las células se van desgastando. Se ha visto que, a corto plazo, incluso una noche de no haber dormido bien, es suficiente para que ya haya una acumulación de algunos desechos de las células y estos no logren metabolizarse hasta salir del cuerpo. Esto, a su vez, hace que nos sintamos muy mal, cansados o desgastados", detalló la especialista.
La situación también afecta en la conducta, ya que después de una noche de mal sueño las personas suelen sentirse irritables, cansadas, disminuyen su capacidad de concentración, de aprendizaje y de atención, así como el rendimiento laboral.
Escobar Briones indicó que a nivel emocional también se producen consecuencias, como el incremento de probabilidades de padecer depresión y ansiedad.
La investigadora realizó una serie de recomendaciones para quienes se identifican con las características de un "noctámbulo":
-Dormir entre las 10 y 11 de la noche, dependiendo la hora en que la persona se va a despertar
-No consumir alcohol antes de dormir
-Evitar alimentos con cafeína previo a la siesta
-Conocer el reloj biológico, esto implica atender las necesidades de descanso cuando el cuerpo lo demanda
-Alejarse de luces artificiales, como las que emiten dispositivos electrónicos, al menos 30 minutos antes de dormir.
Especialistas sugieren que, para descansar adecuadamente, se requieren entre siete u ocho horas de sueño. En cambio, omitir este periodo o no conciliarlo deriva en los denominados "noctámbulos".
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuando una persona es noctámbula sacrifica sus horas de sueño para poder estar despierto hasta muy tarde y este es un fenómeno visible en muchos adultos jóvenes.
Las personas con esta "patología" tienden a destinar su tiempo nocturno para realizar actividades que les resultan más atractivas, por ejemplo, ver la televisión o estar en la computadora.
Carolina Escobar Briones, jefa del Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que, durante el sueño, los músculos se relajan y el cerebro produce hormonas que ayudan a restaurar los tejidos y proteínas para reparar los citoesqueletos, o bien, la parte interior de las células.
"Si no dormimos las células se van desgastando. Se ha visto que, a corto plazo, incluso una noche de no haber dormido bien, es suficiente para que ya haya una acumulación de algunos desechos de las células y estos no logren metabolizarse hasta salir del cuerpo. Esto, a su vez, hace que nos sintamos muy mal, cansados o desgastados", detalló la especialista.
La situación también afecta en la conducta, ya que después de una noche de mal sueño las personas suelen sentirse irritables, cansadas, disminuyen su capacidad de concentración, de aprendizaje y de atención, así como el rendimiento laboral.
Escobar Briones indicó que a nivel emocional también se producen consecuencias, como el incremento de probabilidades de padecer depresión y ansiedad.
La investigadora realizó una serie de recomendaciones para quienes se identifican con las características de un "noctámbulo":
-Dormir entre las 10 y 11 de la noche, dependiendo la hora en que la persona se va a despertar
-No consumir alcohol antes de dormir
-Evitar alimentos con cafeína previo a la siesta
-Conocer el reloj biológico, esto implica atender las necesidades de descanso cuando el cuerpo lo demanda
-Alejarse de luces artificiales, como las que emiten dispositivos electrónicos, al menos 30 minutos antes de dormir.
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