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Los lugares "embrujados" que atormentan a la CDMX
Publicación:20-10-2023
TEMA: #Cultura
Algo que ha caracterizado esta temporada es recordar las casas embrujadas
CIUDAD DE MÉXICO, octubre 20 (EL UNIVERSAL).- Este 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre llegará una nueva edición de Halloween y de los festejos de Día de Muertos, donde millones de pequeños saldrán disfrazadas a las calles para pedir la muy tradicional calaverita.
Aunque Halloween no tiene un origen mexicano, se ha adaptado a la cultura del país y ahora es una fiesta muy popular, especialmente entre los niños.
No obstante, algo que ha caracterizado esta temporada es recordar las casas embrujadas que aterrorizan en diferentes estados del territorio nacional.
Por lo anterior, en la Ciudad de México existen múltiples leyendas acerca de lugares embrujados, que a continuación mencionaremos.
Hotel Posada del Sol
La Posada del Sol es un hotel embrujado que, desde que observas su descuidada fachada, ya impone asombro y misterio.
Han sido varios los intentos por ocupar este conjunto de edificios, mismos que han sido en vano. A pesar de su deterioro y de su aterradora historia, es evidente que en sus buenos tiempos presumía una arquitectura magnífica.
Este enigmático lugar ha quedado a la deriva y en el abandono, dando paso a la leyenda de uno de los sitios más misteriosos que se pueden encontrar en la CDMX.
La historia del Hotel Posada del Sol comienza en 1945, cuando el ingeniero Fernando Saldaña Galván realizó esta obra en Avenida Niños Héroes 139, en la actual Colonia Doctores, teniendo en mente que la construcción se volviera un icono de la gran ciudad.
Una de las leyendas más aterradoras cuenta que, en tiempos de guerra y crisis económicas, poco después de haberse creado el Hotel Posada del Sol, se encontró el cadáver de Fernando Saldaña, el mismo creador y propietario del inmueble, colgado de una campana en el patio, frente a la escultura de San Francisco de Asís.
Desde ese entonces se asegura que el fantasma de Saldaña aún recorre los pasillos de los edificios como una manera de proteger su obra.
De igual manera, se cuenta que en la guardería del sitio se extravió una niña que, lamentablemente, tras las labores de búsqueda, fue hallada muerta en la habitación 103.
Así, el espíritu de la niña quedó atrapado en el lugar, y quien se atreva a entrar a la propiedad, podría encontrarla.
Sin embargo, a manera de ofrenda, la gente que tiene acceso al sitio restringido le guardó un rincón especial: un altar con dulces, juguetes y un retrato de la pequeña fallecida.
La Moira
La Moira es conocida por ser una de las casas con más historias encantadas de México.
La famosa casa se encuentra en San Miguel Chapultepec de la Ciudad de México. Ahora está pintada de negro, lo que se ajusta a las inquietantes leyendas locales que la rodean.
La historia con la que la mayoría están familiarizados es la de un niño llamado Marcus, pues se cuenta que pequeño entró en la casa abandonada a la edad de ocho años. Fue entonces cuando presenció y experimentó algo que lo traumatizaría por el resto de su vida.
Se dice que Marcus escuchó voces extrañas e inexplicables que salían de la casa. El tímido joven entró lentamente a un cuarto, escuchó voces. Algo que no pudo explicar del todo. Estas extrañas voces solo despertaron más su interés y lo impulsaron a explorar más la casa.
El niño procedió a subir las escaleras de esta casa y entrar en uno de sus dormitorios. Fue aquí donde presenció la inquietante aparición de un hombre que había sido colgado del techo, por lo que huyó de la casa solo para desarrollar una obsesión por lo que había visto.
La aparición del ahorcado aparentemente dominó sus pensamientos desde entonces y lo puso en un estado mental oscuro. Durante los siguientes 10 años, estos mismos pensamientos oscuros continuaron atormentando la mente de Marcus hasta el punto en que lo llevaron a regresar a la casa.
Obsesionado con la casa y en un extraño giro del destino, Marcus entró en la misma habitación en la que había visto la aparición del hombre colgado todos esos años antes. Luego procedió a ahorcarse.
No se sabe por qué Marcus regresó a La Moira, algunos especulan que fue la curiosidad lo que lo convenció de que regresara y que luego fue poseído por una entidad oscura, que lo atrajo a suicidarse. Otros creen que fue testigo de su propio destino cuando era niño y regresó para cumplir su profecía de muerte.
Casa de Uruguay
El Centro Histórico de la Ciudad de México trae consigo la casa maldita de República de Uruguay, que antiguamente perteneció a un noble español conocido como don Juan Manuel Solórzano, de quien se dice, aún se manifiesta en la entrada de este edificio de arquitectura colonial.
La historia cuenta de un hombre que gozaba de buena fortuna, casado con una bellísima mujer, con quien deseaba procrear a un varón, desafortunadamente jamás llegó a tener hijos, hecho que le produjo una gran frustración e infelicidad, al grado de tomar la decisión de internarse en un convento franciscano.
Para entregarse por completo a la vida y obra de Dios, dejó sus negocios en manos de su sobrino, así como la que posteriormente sería conocida como la casa maldita de República de Uruguay.
El hábito no le trajo paz a don Juan Manuel Solórzano, pues el encierro le produjo ansiedad y esto derivó en pensamientos alimentados por los celos, pues creía fielmente que su esposa lo engañaba con su sobrino.
Víctima de la locura, cuentan que terminó por hacer un pacto con el Diablo, para que le revelara el nombre del supuesto amante de su mujer. Este consistía en que el humano debía asesinar al primer hombre que cruzara frente a su casa, en punto de las 11 de la noche.
Cuando llegó el momento, don Juan Manuel Solórzano preguntaba a su víctima la hora y de acuerdo con las órdenes que le dio Lucifer, tenía que contestar: "Dichoso el que conoce la hora de su muerte" y, acto seguido, hundir el puñal hasta arrancarle la vida. Evento que ocurría cada noche, el mismo que llevó a señalar su hogar como la casa maldita de República de Uruguay.
Actualmente la leyenda dice que en punto de las 11 de la noche aparece el fantasma de aquel hombre atormentado, justo en la entrada del que fuera su morada, la casa maldita de República de Uruguay, en el número 90.
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