Lleva a la música la prosa de Paz

El compositor mexicano Antonio Juan-Marcos estrenará este martes Mi vida con la ola —pieza inspirada en la obra en prosa homónima de Octavio Paz— durante el sexto Festival Claude Helffer en Vitry-sur-Seine, Francia.

La composición de Juan-Marcos es un monodrama para barítono y seis músicos que el artista le propuso al Ministerio de Cultura de Francia y al ensamble ALMAVIVA, conformado por músicos argentinos y franceses radicados en Francia. 

El argentino Ezequiel Spucches es el director de la obra.

"Yo propuse este cuento por la plasticidad, lo lúdico, lo poético y las transformaciones que Paz describe. Me parece muy creativo que los cambios de la ola sean un reflejo de los cambios en las relaciones de pareja. Era algo muy sugestivo para musicalizar, me inspiró imágenes sonoras: la ola está en el mar, se evapora o envuelve toda la casa. En la parte más luminosa de la relación las descripciones son bellísimas", dijo Juan-Marcos.

La prosa de Paz le evocó al músico ciertas sonoridades y le hizo buscar una "orquestación solar, un efecto de luminosidad a través del sonido, relativo a la fluidez y la vida del agua. En la medida en que la relación va avanzando, la ola se transforma y pasa de la plenitud al ensimismamiento, se aísla de su ser amado: la ola juega con unos peces que aluden a una relación externa a su pareja. Cuando llega el invierno, el narrador la abandona, y al volver, la ola está congelada. El reto fue cómo musicalizar una ola ensimismada y que se fractura o unos peces descritos como horribles y feroces. ¿Cómo musicalizar la ruptura de dicha relación?", se cuestionó el artista.

Juan-Marcos precisó que, durante el proceso de creación de la pieza, su objetivo fue orquestar las transformaciones y los diferentes estados de la ola narrados por Paz. Hay muchas diferencias, señaló, entre la relación solar y plena donde la ola se expande y la ola retraída y congelada. 

"Esto remite a una melodía mucho más fragmentada, hecha de pedacitos de sonidos que se suceden los unos a los otros y no necesariamente a la estructura melódica a la que alude el principio del cuento donde todo es armonioso".

Mi vida con la ola trata un tema común en las relaciones de pareja: "Cuando el vínculo entre dos personas va de la esperanza total a la desesperanza. Eso era lo más importante, lo que había que contar y lo que coloca en el centro de la pieza al narrador. Entonces cambié de prioridad y me enfoqué en las partes del barítono, que es el equivalente al narrador o quien nos cuenta la historia, para que fuera claro y expresivo lo que cantaba. Que su dicción fuera muy entendible y melódica en la forma de pronunciar. Me enfoqué más en él que en la plasticidad de la historia y las texturas", señaló el artista.

Antonio Juan-Marcos, además, ha hecho adaptaciones de otras piezas literarias. En el ciclo Dos son un jardín exploró la reflexión de Paz sobre las relaciones de pareja en Árbol adentro, su último libro de poemas. Y esta exploración de Juan-Marcos se dio con un ciclo vocal de canciones para contratenor y ensamble de instrumentación creciente (en cada canción la instrumentación se incrementa hasta terminar con la interpretación de la orquesta completa). También ha adaptado textos de Juan Rulfo y una serie de sonetos, en italiano antiguo, que se le atribuyen a Antonio Vivaldi y fueron escritos en correlación con Las cuatro estaciones.

Entre los premios que ha ganado Juan-Marcos se cuentan la Medalla de Oro y la máxima distinción del jurado de los Global Music Awards en 2017 y el Nicola di Lorenzo Prize en 2016 por el concierto Nocturno eléctrico.