Llega "Un conejo partido a la mitad" a Museo MARCO

"Un conejo partido a la mitad", llega a partir de este fin de semana al Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, donde el artista Julio Galán expone punto de partida de su obra la identidad, el género, la ficción y los dispositivos escénicos.

Producida por el Museo Tamayo, bajo la curaduría de su directora Magali Arriola, la exhibición ahonda en las representaciones del mismo Galán no solo a través de la pintura, sino de la fotografía y el performance, medios que funcionaron como herramientas para abordar el género y las ficciones de identidad en sus múltiples autorretratos.

Eso se refleja en las cerca de 80 obras de Galán, la mayoría pinturas y algunas esculturas; y en los más de 50 retratos realizados por distinguidos fotógrafos como Graciela Iturbide, Juan Rodrigo Llaguno, Francisco Barragán y Enrique Badulescu. Se muestran también sus álbumes fotográficos personales que documentan Su vínculo con grandes artistas de la época, Como Andy Warhol, y revistas internacionales donde se publicaron entrevistas. Todas las piezas datan entre 1982 a 2000.

La curaduría de Arriola no está organizada como retrospectiva ni de forma cronológica, sino transversal, revisando la práctica pictórica del artista a través de núcleos temáticos sobre asuntos abordados con frecuencia como la infancia y la adolescencia, la violencia intrafamiliar y la violencia de género, el despertar del deseo y la represión de la sexualidad.

Otro tema destacado es el uso de dispositivos escénicos en su obra temprana, que se convierten en mecanismos de reconocimiento y (auto)representación, al recurrir a estrategias como el travestismo y la mascarada. La obra de Galán muestra las problemáticas de género e identidad tal y como fueron planteadas en las décadas de los ochenta y noventa del siglo pasado, lo que permite revalorizar su pertinencia en la época actual.

Julio Galán (Múzquiz, Coahuila; 1959 - Monterrey, Nuevo León; 2006) desarrolló un lenguaje único, extremadamente rico y complejo, del cual solía ser el principal protagonista y cuya originalidad pasó por largo tiempo inadvertida en los discursos del arte contemporáneo. Después de estudiar arquitectura en la Universidad de Monterrey, Galán se dedicó de manera autodidacta a la pintura desde los años 70.

Residió en Nueva York de 1984 a 1990, desde donde trabajó con distintas galerías como Annina Nosei Gallery; Barbera Farber Gallery en Amsterdam, y Galerie Thaddaeus Ropac en París; también conoció a varios artistas como Andy Warhol, Julian Schnabel, Francesco Clemente y Jean Michel Basquiat. Ahí también se volvió parte de la escena del East Village, lo que propulsó su carrera en Estados Unidos y en Europa.

En 1989 formó parte de Magiciens de la terre, muestra colectiva con artistas internacionales en el Centro Georges Pompidou, en Francia, lo que también marcó su presencia en el escenario global. Su obra ha sido expuesta de manera individual y colectiva en instituciones como Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia, Madrid (2006); Museo Amparo, Puebla (2001); Fundacón Proa, Buenos Aires (1997); Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, Monterrey (1994); National Gallery Pittsburgh; Center for the Arts, Pittsburgh (1993); Stedelijk Museum, Amsterdam (1992); Contemporary Arts Museum Houston, Houston (1992); Museo de Arte Moderno, Ciudad de México (1990); Musée National dArt Moderne, (1989); y en bienales como The Whitney Biennial, Nueva York (1995) y la Bienal de La Habana, La Habana (1983).

En 1981, ganó el premio de adquisición del Salón Anual de la Plástica Mexicana, en el Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México, y en 1994 ganó la primera de tres ediciones del Premio MARCO, con su obra Sácate una muela (1994), que ahora forma parte d