La verdura que ayuda a tener un correcto ritmo cardíaco

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 16 (EL UNIVERSAL).- La zanahoria, más allá de ser un alimento básico en muchas dietas, tiene propiedades nutricionales que la convierten en un poderoso aliado para la salud. Aunque es comúnmente asociada con la mejora de la vista debido a su alto contenido en betacaroteno, según un estudio de la Universidad de Duke, su impacto va mucho más allá. Uno de sus beneficios más destacados, según expertos en salud cardiovascular, es su capacidad para promover un ritmo cardíaco saludable gracias a su contenido en potasio.
El potasio es un mineral esencial que juega un papel fundamental en el funcionamiento de los nervios y músculos, incluyendo el músculo cardíaco. Las zanahorias, con aproximadamente 320 mg de potasio por cada 100 gramos, contribuyen significativamente a mantener un correcto ritmo cardíaco. Este nutriente ayuda a equilibrar los niveles de sodio en el cuerpo, lo que a su vez regula la presión arterial y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Además del potasio, la zanahoria es una excelente fuente de antioxidantes y vitamina K. Los antioxidantes como el betacaroteno y otros carotenoides protegen las células del daño oxidativo, lo que puede prevenir enfermedades crónicas, incluyendo problemas cardíacos. Por su parte, la vitamina K es crucial para la coagulación de la sangre y la salud ósea, proporcionando un beneficio adicional para el sistema circulatorio.
El alto contenido de fibra en la zanahoria, especialmente la fibra soluble como la pectina, también aporta beneficios significativos. La fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL (el "malo"), lo que contribuye a la salud cardiovascular. Además, mejora la digestión al regular el tránsito intestinal y alimentar las bacterias beneficiosas del microbioma.
Los carotenoides presentes en las zanahorias, como el licopeno y la luteína, han sido vinculados con la prevención de enfermedades oculares y algunos tipos de cáncer. Estudios recientes destacan que los poliacetilenos presentes en este tubérculo tienen propiedades anticancerígenas, mostrando potencial en la prevención de leucemia y otros cánceres.