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La magia de la poesía transfigura las cosas: Olguín

La magia de la poesía transfigura las cosas: Olguín
Carolina Olguín participó en la charla Diálogos con Autores de Nuevo León junto al el escritor Carlos Lejaím Gómez

Publicación:25-06-2020
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“En esto reside la maravilla de la poesía, en su poder de transfigurar las cosas"

Monterrey, NL.-La poeta, Carolina Olguín , participó en la charla Diálogos con Autores de Nuevo León, en la cual señaló que la  maravilla de la poesía está íntimamente ligada a un poder que le es propio y este es que logra trascender a su entorno y realidad.

“La magia de la poesía transfigura las cosas”, expresó.

“En esto reside la maravilla de la poesía, en su poder de transfigurar las cosas. Para la realización de los poemas de mi segundo libro Canicular, en el que hablo del entorno, cuando más indagaba en la naturaleza, en las características de la flora, siempre salían asuntos ligeramente sexuales y no porque pretendiera escribir sobre sexualidad, sino porque creo que la naturaleza tiene ese toque hasta cierto punto erótico, que vas descubriendo y penetrado en sus misterios”, ahondó.

En el programa, el escritor Carlos Lejaím Gómez sostuvo el diálogo con Olguín sobre su poesía contenida en sus poemarios Libro de la Vigilia y Canicular, tras la presentación de Gildardo González, coordinador de Literatura de CONARTE.

Diálogos con Autores de Nuevo León es una serie de charlas en la que escritores de la entidad se reúnen para hablar, desde su experiencia como escritores y lectores, sobre su formación, su proceso creativo y su relación con los lectores.

Libro de la Vigilia

“El Libro de la Vigilia se publica en 2014. El proceso de publicarse fue el que llevó más tiempo, implicó esperar más y el asunto de soltarlo, porque justamente algo que sucedió, es que, al ser el primer libro por publicar, había en mi proceso muchas dudas sobre este camino de convertirme en autora; implicó mucha confrontación conmigo misma, eso me llevo tiempo de asumirlo, procesarlo y de convencerme de que era necesario hacerlo”, manifestó la autora.

“Esta poesía marca una mirada poética muy interiorizada, más que un monólogo”, añadió, “los poemas plantean un diálogo conmigo misma que implicaba asuntos metafísicos, espirituales y esotéricos, en el sentido de una búsqueda de lo oculto como un proceso de autoconocimiento”.

Además, dijo, los poemas estaban cruzados por una mirada con la ciudad, que le hacía cuestionar la realidad que vivía y su propia realidad interior. Ese cuestionamiento se volvió muy fuerte, al grado que esbozó un conjunto de poemas, que luego tuvo que organizar.

“Había un flujo que estaba allí, poemas que ya tenían tiempo y estaban reposando, trabajé mucho el rimo, pero era como el afianzamiento de una primera voz poética que salía. Además, en los libros podemos tener diferentes registros poéticos”, indicó.

           Canicular

“Yo sentía una deuda con mi entorno muy terrenal, porque de alguna manera el primer libro es mi mundo muy interiorizado, pero ahora quería cantarle a la tierra. Soy una persona distinta, por los años que van pasado y en esta madurez, que espero estar viviendo, yo pensaba mucho en mis padres, de la tierra donde vivieron y lo que me ensañaron sobre ella y esa parte que había estado como alejada”, manifestó la poeta.

“En estos poemas quería confrontar la realidad como yo la veo, la imagino y pienso, y confrontarla con la de otros, para ver si es cierto, si es así e indagar si la realidad es una ilusión.

En esta poesía, expuso, “está la inconformidad con la sociedad, con la ciudad y con mi propio yo; en Canicular, hay una reconciliación, porque hay inconformidad, pero también un amor de esa belleza árida, difícil y canicular, que me rodea en este paisaje del noreste en el que vivo.

“Es lo que me toca vivir y lo quería plasmar en mis poemas, esa estampa llena de amor y creo que el amor implica un cuestionamiento, no el amor ciego que refleje solo lo bello, creo que eso no es posible”, manifestó Olguín.



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