Flor de nochebuena: un regalo de México para el mundo

Llega navidad y con ello casas, oficinas y sitios públicos se comienzan a llenar de colorido con las famosas flores de nochebuena, flor que es considerada como la flor navideña por excelencia y un regalo de México para el mundo.

En Monterrey ya se comienzan a ofertar estas singulares plantas en una gran variedad de tamaños y colores, sin embargo, pocas personas conocer su origen.

El cultivo de esta planta prehispánica, bajo el nombre científico de Euphorbia pulcherrima, es toda una tradición en los jardines mexicanos, y actualmente es la flor en maceta más vendida en muchos países.

Durante la época prehispánica, las nochebuenas se usaban para adornar los altares a la madre diosa Tonantzin, y ahora sus colores que van del rojo intenso al rosa, incluso amarillo o blanco, son parte fundamental de la decoración navideña y en los nacimientos.

Cabe mencionar que la nochebuena es de origen mexicano, crece en estado silvestre a lo largo de la costa del Pacífico, desde el sur de Sinaloa hasta Guatemala, así como desde el centro de Guerrero hasta el sur de Morelos.

Alrededor de 40 por ciento de los ejemplares que se venden en México proviene de los estados de Morelos y el resto de Puebla, Michoacán, Estado de México, Jalisco y Distrito Federal.

Un dato interesante es que, en el mundo, cada año se venden alrededor de 500 millones de nochebuenas, y México ocupa el lugar número 14 como exportador, sobre todo a Estados Unidos y Canadá.

Los aztecas nombraron a la flor de nochebuena en náhuatl Cuetlaxochitl, que significa flor que se marchita, misma que simbolizaba la sangre de los sacrificios que los indígenas ofrendaban al sol para renovar sus fuerzas.

Durante la época de la Colonia, los frailes franciscanos de Taxco empezaron a utilizarla en la fiesta de nacimiento de Jesús y para el siglo XVII se convirtió en el símbolo de la Navidad.

La variedad de esta planta de ornato alcanza en algunas regiones hasta 10 metros de altura; sus hojas son denominadas brácteas y pueden ser de color rojo, blancas o pintas y llegan a medir entre 10 y 20 centímetros.

Por último, desde hace diez años se celebra cada 8 de diciembre el día nacional de la nochebuena como un tributo a nuestros tesoros mexicanos.