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Felguérez, un inventor que hizo arte hasta el final

Felguérez, un inventor que hizo arte hasta el final
Felguérez murió en su casa en la Ciudad de México

Publicación:10-06-2020

TEMA: #Arte  

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A los 91 años, Felguérez tenía varios sueños y proyectos

CIUDAD DE MÉXICO.- El pintor, escultor , maestro e investigador del arte Manuel Felguérez, quien falleció por Covid-19 la noche del domingo, planeaba ampliar su estudio para crear en él obras todavía más monumentales de las que había hecho a lo largo de su trayectoria de más de 74 años.
A los 91 años, Felguérez tenía varios sueños y proyectos; hace seis meses, como parte de los festejos por nueve décadas de vida, había inaugurado la exposición Trayectorias, en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, MUAC, que se podrá volver visitar, una vez que se abran los museos, hasta el 18 de octubre; entonces recalcó su convencimiento de que un verdadero artista es un inventor: "El arte es creación, es invención. Lo peor que te puede pasar es que te quedes en el puro oficio".
Prueba de esa fe permanente en la creación, es que en los últimos dos meses, durante el encierro por la cuarentena, no dejó de trabajar; algunas de esas nuevas obras las mostró al público en un video grabado el 17 de mayo, en el que dijo sobre la pandemia que "sufría el mundo" que esperaba que pronto pudiéramos vencer "este diabólico virus".
Felguérez murió en su casa en la Ciudad de México. Así lo confirmó Alfonso Vázquez, director del Instituto Zacatecano de Cultura; añadió que el artista y su esposa, Mercedes Oteyza, dieron positivos a la prueba del Covid-19 y que ambos se enfermaron de las vías respiratorias. El pasado viernes, el artista de 91 años comenzó a debilitarse hasta que el domingo por la noche perdió la vida.
La Secretaría de Cultura federal, tras lamentar su deceso, informó que en atención a las medidas sanitarias se realizará un homenaje digital y que, de acuerdo con la familia, una vez reanudadas las actividades habrá un homenaje presencial.
Décadas de creación. Maestro generoso, protagonista en el proceso de búsqueda de una independencia artística, gran artista y un ser con una calidad humana excepcional son frases con que ayer investigadores de arte y galeristas describieron a quien hace medio año narraba cómo se hizo artista: "Notre Dame fue mi nacimiento al arte; la Sixtina, mi bautizo; y una exposición de Turner, mi confirmación".
Felguérez fue uno de los grandes representantes del arte abstracto en México y uno de los protagonistas del movimiento de la Ruptura, que buscó distanciarse de la Escuela Mexicana de Pintura y hallar sus propios caminos. Fue autor de esculturas, pinturas, obra mural y pionero en el arte digital.
Nació el 12 de diciembre de 1928, en Valparaíso, Zacatecas. Estudió en la Academia de San Carlos y en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado "La Esmeralda"; luego en la Academia de la Grande Chaumier y en la Academia Colarossi (París).
Desde su formación manifestó sus reservas ante el arte de la Escuela Mexicana de Pintura, representada por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.
A la par de otros artistas, como José Luis Cuevas, Lilia Carrillo, Vicente Rojo, Alberto Gironella y Fernando García Ponce, buscó experimentar nuevas formas de expresión.
"Me llamaron parte de la generación de la Ruptura, la verdad es que yo no sé qué era lo que estábamos rompiendo. Me parece que tienen que existir rupturas para que el arte avance y cambie. Cuando llegaron los españoles, ¡vaya que rompieron con el arte prehispánico! Así llegamos al barroco. Al cambiar México, cambió todo el arte", dijo en 2018.
El interés que Felguérez tuvo para experimentar no fue solamente una etapa; en los años 60 concibió murales con los más diversos materiales, desde concha hasta restos urbanos. Otra característica de sus obras fue la relación entre el mural y la arquitectura. Octavio Paz escribió que Felguérez había hecho "otro arte mural" donde la pintura se aliaba a la escultura: "Pintura mural escultórica o, más exactamente, relieve policromado".
Un enorme mural suyo, recordó ayer el curador en jefe del MUAC, Cuauhtémoc Medina, que estaba en el deportivo Bahía (sobre Calzada Zaragoza), hecho con estructuras de concha y madreperla, "probablemente fue la intervención más original del periodo de los años 60 en la actitud de la búsqueda de un material que extendía al campo moderno la pintura de concha novohispana para generar un ambiente de los espacios más originales de la modernidad mexicana".
Una de las mayores innovaciones de Felguérez fue el uso de la computadora: "Fue pionero en esto, desde 1975 abrió esta posibilidad con las máquinas y las usó de manera muy expresiva y lo llevó a diferentes formatos, no sólo a lo digital, lo llevó también a la escultura, a la pintura, a los relieves", dijo la curadora de Trayectorias, Pilar García.
La presencia de sus obras
A lo largo de su carrera, Felguérez creó otras obras monumentales, como la Puerta 1808, que hizo para conmemorar el bicentenario de la Independencia; El barco México 68 y el mural Agenda 2030, que mide 9x3 metros, y que pintó en la ONU.
Entre sus proyectos estaba ampliar su estudio, contó Medina. "Estaba pintando enormes cuadros de 6 y 7 metros en su última etapa; su estudio le había quedado pequeño, lo estaba reformando para romper un entresuelo y adquirir alturas de 10 y 12 metros. Es la manera en que se fue Manuel Felguérez, pensando en cuadros aún más enormes".
Otras obras fueron La Puerta del Tiempo, en la Rectoría General de la UAM; el Muro de Calaveras y el Homenaje a Uxmal, en el Museo de Antropología; otro fue el Mural de Hierro, creado para el Cine Diana. Pero su mayor obra es el museo que lleva su nombre en Zacatecas.
El Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, primero de su tipo en México y América Latina, se fundó en 1998, por iniciativa del artista, con apoyo del gobierno del estado y del INBA; el recinto reúne obras de Felguérez y de más de 170 artistas.
Además de creador, el zacatecano no también se desempeñó como investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, de 1977 a 1990; investigador huésped en la Universidad de Harvard, en 1976; y profesor invitado en la Universidad de Cornell, en EU.
El artista siempre se mantuvo muy cercano a la UNAM y le donó más de 40 obras, así como su archivo, que se conserva en el MUAC.
La historiadora del arte Rita Eder definió a Felguérez como un "personaje generoso y excepcional" que a lo largo de su trayectoria experimentó con nuevos materiales y tecnologías, "siempre le interesó hacer arte, pero no como una cosa encajonada, él trabajaba en diversos medios y le interesaba seguir entiendo mejor el mundo en que vivía. Por eso llegó tan bien a sus 90 años, porque era un innovador constante. Tenía un sentido de actualidad y hasta el final presentó innovación".
El galerista Ramón López Quiroga, en cuya galería presentó sus obras desde hace alrededor de 25 años, lo recordó como una persona que imprimía pasión, entusiasmo y energía a todo: "A su museo, a la pintura, a la escultura, a su trabajo como maestro, a su trabajo como jurado de premios nacionales y de becas. Lo hacía con gran responsabilidad, no escatimaba energía a sus proyectos. Deja un legado con pocos precedentes en el país, como creador, generador de exposiciones, fundador de museos, hombre de ideas, y maestro que apoyó a muchos jóvenes".
Por sus aportaciones al arte y la cultura, Felguérez fue condecorado con el Doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Premio Nacional de Artes y Creador Emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte y con el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Su obra forma parte de colecciones de museos del INBAL.


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