Decir ´sí´ a buenos hábitos; ´no´ a los productos milagro

La primera semana de enero es famosa porque suele manifestarse el propósito de muchas personas de empezar una dieta alimenticia y buscar una vida saludable.

Con esta idea en mente, docentes de la Universidad Autónoma de Nuevo León señalan que el primer paso para lograrlo es evaluarse médicamente con especialistas para obtener mejores resultados sin que existan riesgos de por medio, pero muy especialmente, aprender a decir "sí" a los buenos hábitos de alimentación y activación y decir "no" a los productos milagros que a la larga, son perjudiciales a la salud.

La investigadora de la Facultad de Salud Pública y Nutrición Edna Nava señaló que en las festividades de Navidad y Año Nuevo una persona puede subir de 2 a 5 kilos al consumir grandes porciones de alimentos que difícilmente se perderán en poco tiempo.

Por ello, la experta recomendó, debido a los excesos decembrinos y de meses previos, llevar una alimentación rica en fibra y no desesperarse si no se observan cambios en lo inmediato.

"Tenemos que cuidar que no sea un balance energético negativo, puesto que comer menos significa menos energía. Segundo, cuidar que la calidad de la dieta que se está llevando en verdad nutra. Necesitamos comer más fibra, frutas y verduras, que es lo que menos ingerimos, además de granos enteros y también leguminosas, dijo Edna Nava, Subdirectora de la Facultad de Salud Pública y Nutrición.

RECOMENDACIONES

De acuerdo con la profesora Edna Nava, una de las recomendaciones para perder tallas es desayunar de forma balanceada y no saltarse los tiempos de comida ya que a la larga pueden provocar malestares estomacales, desmayos y calambres por la falta de energía.

"Empezamos a cometer errores en dejar algún tiempo de comida, en dejar todo un grupo de alimentos porque se cree que eso provoca un aumento de peso y empezamos también a provocarnos un daño físico al querer hacer un ejercicio físico y tal vez no todos tenemos esa condición física, aptitud física para realizarlo. Es mejor empezar a pensar en un desayuno estructurado, comer bien y cenar ligero".

Otro de los tips es masticar entre 10 y 20 segundos cada bocado para ayudar al tránsito intestinal. Este mecanismo aliviará el estrés, aportará saciedad y crecerá la sensación de bienestar.

Aunque para muchos consumir refrescos es inevitable, la especialista explicó que, además de representar un gasto hormiga, son tan dañinos para el cuerpo al grado de provocar lesiones severas a distintos órganos como los riñones.

Por tanto, dijo que beber agua simple es lo recomendado para acompañar los alimentos. No obstante, para adaptarse a este hábito, se puede iniciar con la toma de infusiones naturales.

"Todos los sistemas requieren agua, necesariamente los nutrientes requieren agua para poder circular en nuestro cuerpo, por tanto, busquemos infusiones. Vamos a darle un poquito de sabor a esa agua. A lo mejor un poquito de gotas de limón, unas rodajas de naranja, de pepino. Nuestra hidratación debe ser simple. Sin nada añadido, sin colorantes, sin edulcorantes, para que la podamos considerar agua para hidratarnos".

SÍ AL DEPORTE Y NO A LOS PRODUCTOS "MILAGRO"

El practicar un deporte o hacer ejercicio al menos 20 minutos al día también hará la diferencia.

Y pese a que es común sentir desesperación al no obtener algún cambio a corto plazo, bajo ninguna circunstancia es recomendable adquirir productos "milagro".

"Tenemos que evaluarnos con un especialista para que nos ayude a llevar un control y así poder disminuir la grasa visceral, aumentar musculatura, perder tallas o lo que sea que necesites. Ellos sabrán qué rutinas de ejercicio son las adecuadas y para qué zona en específico", dijo.

"Aunque cueste tiempo, lo mejor para bajar de peso es seguir un plan de manera sana, en donde no haya consumo de pastillas o algún medicamento que, al no estar bajo supervisión de un médico, nos pueden traer consecuencias graves", añadió.