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Opinión Editorial


El Grito


Publicación:16-09-2019
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La ceremonia del Grito de Independencia es un ritual simbólico que se realiza la noche del 15 de septiembre, y forma parte de las fiestas patrias, donde los símbolos patrios (bandera e himno nacional) ejercen su influencia como instrumentos de cohesión social de los mexicanos, fortaleciendo con ello la identidad nacional.

El acto simbólico se realiza de manera simultánea en todo el país, especialmente en las  2458 alcandías y los 32 estados, así como a nivel federal; todos los niveles de gobierno participan en este ritual que alimenta nuestro nacionalismo y permite recordar a los héroes que nos dieron patria: durante el acto se nombra a cada uno de ellos, seguidos de emocionantes vivas.

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) este fue su primer grito como presidente constitucional de México; en su larga carrera en la lucha por la presidencia, dio gritos alternos a los del gobierno mexicano, especialmente en la época de Felipe Calderón, allí mismo en el Zócalo capitalino, enarboló la bandera, cantó el himno y arengó a la multitud con proclamas propias de su lucha política; en el 2008 su grito fue claro: “¡Viva la soberanía popular, arriba los de abajo, arriba los pobres, abajo los privilegios, no al gobierno usurpador, no a la reconquista, no al intervencionismo, no a la corrupción, no a la impunidad, sí a la justicia, sí a la democracia, sí a la soberanía nacional, vivan los indígenas, vivan los campesinos, vivan los obreros, vivan los migrantes, vivan los artistas, vivan los maestros, vivan los profesionistas, vivan los sectores productivos, viva la prensa libre, vivan los estudiantes, vivan las mujeres, vivan los niños, vivan los ancianos, vivan las minorías legales y legítimas, viva la cultura, vivan los héroes que lucharon por nuestra independencia, vivan los padres de la patria, viva Hidalgo, viva Josefa Ortiz de Domínguez, viva Morelos, viva Juárez, vivan los hermanos Flores Magón, viva Francisco I. Madero, viva Francisco Villa, viva Emiliano Zapata, viva el General Lázaro Cárdenas, vivan los dirigentes políticos y sociales asesinados por defender las causas populares, vivan los héroes anónimos, libertad a los presos políticos, viva la nueva república, viva la dignidad, viva México, viva México, viva México!”.

A unas horas de que AMLO dé el primer grito de su gobierno, podemos imaginar que parte de esta arenga independentista del 2008, se repita casi íntegramente, los principios morales que rigen las acciones del presidente mexicano, no se formaron en el transcurso del último año de su administración, forman parte de un proceso de madurez política e ideológica, difícil de cambiar.

Será un grito histórico, considerando que expresa el logro de años de lucha social y política, y ahora encabezando el máximo nivel de  gobierno de nuestro país.  Por lo pronto, mientras esto sucede, la gente sigue disfrutando del receso convertido en puente, tres días de descanso y celebración en la medida de las posibilidades económicas.

Conmemorar una gesta heroica que conforma el inicio de las grandes transformaciones de nuestro país, tal como lo ha manejado AMLO en su narrativa de la 4T, donde se inicia con la Independencia, la Reforma, la Revolución y la 4 T, destacando con ello su carácter pacífico, reflejando una evolución social más que una revolución.

Queremos imaginar un AMLO que a la hora que escribimos estas líneas, en una oficina de Palacio Nacional, reflexiona por un par de minutos, sobre su larga trayectoria política, su lucha donde seguramente se encontró con momentos verdaderamente desmotivantes, sin embargo, logró recuperarse y mantenerse en el camino;  finalmente la presidencia llegó, y el poder presidencial en un nivel de influencia no visto desde décadas atrás donde el priismo hacía y deshacía a su antojo.  En el caso de AMLO con una visión del liderazgo y el poder como oportunidad para servir, lo cual es una propuesta vigente en la literatura sobre el tema, pero no aplicada de manera fiel en el ámbito político nacional.

El cambio por el que se esfuerza AMLO desde la presidencia es un cambio de cultura política, y esto no es fácil, existen grandes resistencias, pero el presidente es una persona muy insistente y persevera de manera decidida, ya lo ha demostrado.

Mientras unos festejan denodadamente, a nivel local, el gobierno del Bronco, tal vez esté más preocupado por lo que llegue a  ocurrir en el transcurso de las próximas semanas, y que pueda suceder lo que muchos pronósticos  políticos auguran: que este pueda ser el último grito del gobernador nuevoleonés. No lo sabemos, especialmente porque vemos al Bronco verdaderamente decidido a defenderse como gato boca arriba.

El Grito representa un acto simbólico para refrendar el poder político de un gobierno, un acto de comunicación política entre gobernantes y gobernados, de exaltación patriótica, de sentimiento nacionalista, independentista, de repudio al mal gobierno y ratificación de valores cívicos, todo ello como una manera festiva de vitorear  nuestra condición identitaria como mexicanos.



« Redacción »
Arturo Delgado Moya

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