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Opinión Columna


Termografía infrarroja


Publicación:08-01-2019
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Ser mujer es el factor de riesgo más inhumano en el cáncer.

Ser mujer es el factor de riesgo más inhumano en el cáncer.

Aunque se conocen más de cien tipos diferentes de cáncer, hay cinco neoplasias malignas que son las más comunes y las de mayor impacto a la salud humana: la de pulmón, mama, colon, piel y próstata.

Así lo confirman los datos epidemiológicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues el cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial y más de 18 millones de personas fueron diagnosticadas con dicho padecimiento en 2018, siendo el cáncer de pulmón el más frecuente y mortal entre la población, con cerca de dos millones de fallecimientos, al superar en incidencia al cáncer de mama por primera vez.

Lo dramático de los datos es que de las víctimas de cáncer de pulmón el 52 por ciento son hombres y el 48 por ciento mujeres, proporción casi igual debido a que ahora las mujeres fuman con mayor frecuencia y se exponen más a la contaminación por la quema de leña, basura y llantas.

En nuestro país, según la Estadística Global de Cáncer 2018, el cáncer de pulmón también es el que más muertes provoca, pero el más común es el cáncer de mama, el cual se presenta generalmente entre los 50 y 60 años de edad, ya que suele diagnosticarse en tales etapas de la vida de la mujer debido a que los exámenes no logran detectarlo antes.

De acuerdo con los especialistas, la mamografía en mujeres jóvenes no es tan sensible como en la gente mayor, porque el tejido mamario de las jóvenes tiene poca grasa y más tejido mamario. Por lo tanto, es más densa y la mamografía se ve más blanca, siendo difícil encontrar tumores pequeños.

Resulta por ello básico para las mujeres cumplir con la recomendación vital de auto-explorarse una vez al mes, precisamente una semana después del último día de la menstruación, así como acudir una vez al año con el especialista o ir inmediatamente si se detecta cualquier bolita, dolor, cambio en el tono de la piel en los senos o existe un antecedente familiar de cáncer, ya que genéticamente la parte hereditaria es el factor de más alto riesgo para diagnosticar el tumor maligno.

Ante las dificultades para detectar el cáncer de mamá, la ciencia médica ha avanzado al investigar y desarrollar la termografía, una nueva tecnología que permite registrar gráficamente la temperatura del cuerpo humano con mayor exactitud y sin necesidad de contacto físico. Dicha tecnología ayuda a la detección oportuna del cáncer de mama con un nivel de efectividad superior al 90 por ciento, utilizando cámaras térmicas o de termovisión que captan la radiación infrarroja del espectro electromagnético.

Los tumores cancerígenos, específicamente en el seno, tienen una generación de calor metabólica más alta, porque las células se reproducen más rápido que en el tejido normal y esas variaciones pueden ser vistas a través de la termografía infrarroja. Este método de exploración clínica, además de no ser invasivo, detecta formaciones anormales menores a seis milímetros de diámetro y a una profundidad de dos centímetros, lo cual se ha comprobado en mujeres de cualquier edad y en mujeres bajo terapias hormonales.

Actualmente, el método más utilizado para la detección del cáncer de mama es la mamografía, consistente en rayos X y los cuales son una radiación ionizante que arroja una imagen anatómica del seno para observar las formaciones atípicas en el tejido. Sin embargo, la mamografía no puede ser aplicada en mujeres embarazadas, ni tampoco más de tres o cuatro veces al año debido a la radiación de los rayos X. Aparte, para muchas mujeres la mamografía es un estudio anatómico que resulta doloroso, mientras que la termografía infrarroja es un análisis funcional del seno y sin dolor.

Cabe señalar que en el vecino estado de San Luis Potosí, así como en Guerrero, ya se utiliza la termografía para la detección del cáncer de mama, pero las imágenes termográficas también se aprovechan para detectar la trombosis venenosa profunda, el pie diabético, los melanomas y las enfermedades de la piel como la psoriasis, además para calcular la profundidad de las heridas causadas por quemaduras.

Frente al desafío de prevenir y detectar el cáncer, fue que desde el Congreso del Estado exhortamos al Secretario de Salud, Dr. Manuel Enrique de la O Cavazos, a destinar los recursos necesarios para diseñar, implementar y ejecutar programas orientados al uso de estudios termográficos y para que durante este 2019 se empiece a utilizar la termografía en Nuevo León.



« Redacción »