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Google, Apple y el Gobierno nos espían con app Radar COVID


Publicación:12-08-2020


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Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y sus diferentes aliados utilizarán la aplicación RadarCOVID como excusa para instaurar un sistema de espionaje masivo que terminará con la libertad de expresión. 

La aplicación Radar COVID está lista. El arma de vigilancia masiva desarrollada por Apple, Google y el Gobierno de España –con el pretexto de alertar sobre posibles contactos con personas afectadas por la COVID-19– ha dado resultados positivos entre los habitantes de La Gomera. Y ahora, como estaba previsto, se aproxima el momento de encender el interruptor a nivel nacional.

Los móviles con Android y iOS de los ciudadanos españoles, por su parte, han recibido una actualización silenciosa que encubre el funcionamiento de esta aplicación. El sistema fue abocetado en una reunión secreta en la que participaron Pedro Sánchez, Tim Cook, Sundar Pichai, Nicolás Maduro y el máximo responsable de esta operación: Pablo Iglesias, que planea instaurar el comunismo en España aprovechando, entre otras cosas, el poder de los servicios de inteligencia.

Esta sucesión de hechos, evidentemente ficticia y sarcástica, se asemeja con muchas de las cadenas que estos días circulan por WhatsApp, Facebook, etc. Y, efectivamente, todas ellas propagan informaciones falsas que confunden al lector para no instalar la aplicación Radar COVID que, durante los últimos meses, el Gobierno de España ha desarrollado de la mano de Indra. Esto es todo lo que tienes que saber para apaciguar tus miedos e instalar con tranquilidad esta aplicación.

La teoría detrás de Radar COVID es sencilla: una vez instalada e iniciada la aplicación, el teléfono comienza a emitir mediante Bluetooth un código identificador anónimo. Los teléfonos que se encuentran a su alrededor, captan esta código anónimo, lo almacenan en su memoria y, simultáneamente, transmiten su propio identificador para que el resto de dispositivos cercanos puedan registrar su presencia.

Cuando una persona dé positivo en COVID-19, recibirá de su médico una llave. Con esta, el paciente puede subir los códigos que su móvil ha transmitido durante los últimos 14 días a un servidor del Gobierno. Este, periódicamente, envía la lista de códigos almacenados como positivos a todos los smartphones que tengan la aplicación instalada. Después, de manera local y sin la intervención del usuario, el smartphone compara los códigos que ha recopilado durante los últimos días con la lista de códigos positivos en COVID-19 descargada desde el servidor del Gobierno. Si uno de los identificadores coincide, significará que el individuo ha estado en los últimos 14 días durante al menos 15 minutos y a menos de dos metros de distancia de una persona que, posteriormente, ha dado positivo en COVID-19. El sospechoso tendrá que acudir a su médico para determinar los pasos a seguir (aislamiento, medicación, pruebas PCR, etc.).

Radar COVID no te espiará

La aplicación Radar COVID, como se puede ver en la lista de permisos disponible en Google Play, no accede ni a los archivos almacenados en el teléfono ni a la ubicación del mismo. Resumidamente, esta aplicación únicamente requiere una conexión a internet (para descargar la lista de códigos del servidor), establecer conexiones vía Bluetooth (para intercambiar códigos con los smartphones que le rodean) e iniciarse automáticamente en cuanto se enciende el dispositivo. Es probable que le estés dando más acceso a aplicaciones como Instagram, Google Maps o Amazon que a Radar COVID.

Para funcionar correctamente, Radar COVID hace uso de una nueva API desarrollada de manera conjunta entre Google y Apple. Esta se basa en el protocolo DP-3T, diseñado por un grupo de académicos y cuyo código es abierto –se puede examinar en este repositorio de GitHub–. El sistema está diseñado con la privacidad como factor diferencial. Los códigos identificadores que transmite cada smartphone son anónimos, no están vinculados a ningún dato personal (teléfono, nombre, etc.) y cambian cada 10-20 minutos. El procesamiento de la información, además, se hace de manera local en cada smartphone. Y tanto Apple como Google requieren a los Gobiernos que cumplan con los requisitos estipulados en lo que a privacidad se refiere –como, por ejemplo, no utilizar la ubicación–. Por lo tanto, resulta imposible hacer un seguimiento de una persona en particular haciendo uso de los datos generados por la aplicación.

La API desarrollada por Apple y Google ha sido implementada en millones de dispositivos. En los smartphones Android se ha hecho mediante una actualización de los Google Play Services, por lo que no importa la versión del sistema operativo Android que el teléfono esté ejecutando. En los iPhone, la API se ha implementado con iOS 13.5. Por lo tanto, es necesario contar con esta versión para activar el sistema.

Para evitar que cualquier persona pueda notificar un falso positivo en COVID-19 y, por consiguiente, colapse innecesariamente el sistema sanitario, será necesario introducir una llave específica que únicamente tienen los hospitales en su poder. Sin ella, las personas no podrán volcar los códigos emitidos por su smartphone al servidor del Gobierno.

La SEDIA (Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial) publicará en las próximas semanas el código de su aplicación, de forma que cualquier persona podrá realizar una auditoría sobre cómo funciona Radar COVID, los datos que recoge, etc. Esto también resulta beneficioso para detectar posibles errores en la implementación.

La aplicación Radar COVID está lista a falta de las comunidades autónomas, que tienen que realizar los ajustes técnicos necesarios para poder notificar los nuevos casos en el servidor del Gobierno. El lanzamiento a nivel nacional está previsto para el próximo 15 de septiembre. No obstante, quien así lo desee, puede descargar la aplicación en su smartphone para comenzar a recolectar los identificadores de las personas que le rodean a lo largo del día.



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