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Tandas, un salvavidas para familias en el confinamiento

Tandas, un salvavidas para familias en el confinamiento


Publicación:26-07-2020
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Las tandas han sido el salvavidas de miles de mexicanos en el confinamiento

CIUDAD DE MÉXICO.- Las tandas han sido el salvavidas de miles de mexicanos en el confinamiento, sobre todo de los trabajadores que viven al día sin ningún tipo de seguridad social o de ahorro para enfrentar los imprevistos.
En la era del bitcoin, cuando todos creían que ya había pasado la época en que la gente acostumbraba a guardar su dinero debajo del colchón y se organizaban tandas, la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid-19 dejó al descubierto que siguen operando estas redes de protección financiera no formales.
Javier y Mary forman un matrimonio que vende en un mercado al norte de la Ciudad de México. Todos los comerciantes los conocen porque desde hace tiempo son los responsables de las tandas entre varios de los locatarios.
El matrimonio fueron sólo algunos de los afectados con el cierre parcial, porque sólo se permitió continuar operaciones a los locales de verduras, carne, abarrotes y frutas.
A los vendedores de ropa, jarciería y otras mercancías consideradas como no indispensables, tal es el caso de regalos, dulces y zapatos, se les pidió bajar las cortinas.
Después de que se empezaron a reportar varios casos de contagio del virus SARS-Cov-2, las autoridades capitalinas comenzaron a poner restricciones para mantener abiertos los mercados.
Se cerraron varios accesos para establecer una sola entrada a los mercados. Una persona era la responsable del control con gel en mano para el público; no se permitía el ingreso a personas de la tercera edad ni a niños, y sólo un máximo de dos personas por familia.
Pero con el aumento de decesos de locatarios contagiados por el coronavirus vía la Central de Abasto y La Viga, se les ordenó cerrar de manera definitiva y en forma generalizada.
Sin ventas, cayó el principal ingreso diario de este sector de la población. Javier y Mary dicen que para muchos de sus conocidos, sin la tanda, no estarían sobreviviendo el confinamiento.
Ahorro tradicional. Así, a 25 años de la primera edición del libro Las Finanzas Populares en México, el redescubrimiento de un sistema financiero olvidado, de Catherine Mansell, cobra importancia el ahorro informal en tiempos del Covid-19.
En su libro, Mansell señala que las tandas también son conocidas como "cundinas", "rifas", "vaquitas", "roles", "bolitas" o "rondas", dependiendo de la región.
Destaca que el elemento de cohesión, es la confianza entre los que participan para realizar su pago puntual hasta que concluya la tanda.
Exclusión financiera. En el documento Mejorando el acceso a las oportunidades que presentó el viernes el G20, preparado por el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, se pone de manifiesto que la exclusión financiera puede ocurrir por varias razones.
Por ejemplo, las personas pueden ser financieramente excluidos si viven en regiones sin presencia física de instituciones financieras, o si los productos son diseñados de manera inapropiada o inaccesible.
Las personas también pueden excluirse si desconfían del sistema financiero, por la falta de educación financiera, discriminación o ausencia de exposición a servicios financieros.
Además, hay veces que los servicios financieros son inaccesibles para las personas que trabajan por cuenta propia o son empleados a través de contratos de corto plazo.
Se les puede limitar el acceso debido a que no tienen identificación oficial, comprobante de estudios, asistencia sanitaria, empleo, o no reciben alguna transferencia social; esto se da especialmente en personas de países de bajos ingresos, se pondera.
Además, el documento añade que la exclusión financiera puede persistir si la ausencia de historial crediticio se considera como un signo de riesgo.
También se menciona que la exclusión financiera de las mujeres se ha relacionado con la discriminación legal, la falta de protección por acoso y de acceso a la propiedad.
En ese contexto, los especialistas del FMI y el Banco Mundial concluyen que las finanzas y la tecnología no son igualmente accesibles para todos.
Ponen de manifiesto que si bien casi todo el mundo tiene alcance a una red móvil, 47% de los individuos, en particular las mujeres, no usan internet, y alrededor de 50% de los hogares en el mundo carecen de una computadora en casa.
Y aunque la brecha digital se ha reducido en términos de cantidad de suscripciones de telecomunicaciones móviles sobre línea fija por persona, sigue siendo amplia en términos de velocidad de descarga de internet al ser muy lenta, lo que impiden beneficiarse de la digitalización.
Además, la digitalización se suma a los desafíos para los trabajadores de más edad, lo que dificulta la inclusión a los servicios financieros, advierten.


« El Universal »