Parece mentira, pero uno de los espacios de mayor riesgo para el contagio del Coronavirus, según especialista, es el transporte público y es ahí donde brilla el desuso de las recomendaciones para evitar el contagio.

Por lo que será más que necesario, si se pretende frenar todo riesgo, que las autoridades responsables de la salud, la seguridad y bienestar sociales, incrementen sus campañas de orientación a la de ya.

Sobre todo porque con el horario restringido y con el servicio habitual del transporte público continúan las aglomeraciones a lo largo del día, se olvida la sana distancia y no se utiliza bien el cubrebocas.

Por si fuera esto poco, como quien dice, parece que el susto les duró poco, porque a ratos no se ve el uso de aplicadores para el gel antibacterial o simplemente, los recipientes instalados son de adorno, pues están vacíos.

Para Ripley o como diría conocido conductor televisivo: Difícil de creer. Pues bien. Ahora resulta que en un abrir y cerrar de ojos, algunas tiendas de conveniencia amanecieron con venta de cerveza.

Por lo que en automático, sin un aviso público, de voz en voz, de persona a persona, por el facebook y el whatsapp, vaya las redes sociales, se armaron muy largas filas para comprar bebidas embriagantes.

Desde luego, no importó la desmañanada en lo que se podría calificar como una actitud más que ''admirable'' de los compradores bien portados ''de afuerza'', formaditos, guardando la Sana Distancia y usando correctamente el Cubrebocas.

Vaya los compradores llegaron en autos particulares, en taxis, en camión, motocicletas y en bicicletas y no se amontonaron como en los camiones los usuarios, que ni usan o no se ponen bien el cubrebocas.

Y, aunque en algunos casos les vendieron más cara y restringida la cerveza, ahí no la hicieron de tos como con el incremento registrado en productos de la canasta básica y otros como la leche.

Pero ojo porque no es todo, pues de igual forma se registró la presencia de un gran número de personas de todas las edades, especialmente adultos mayores, que también pasaron por sus cheves, luego de hacer filas. Ah, raza.

Será el sereno, pero quienes de una u otra manera se apersonan en el súper para hacer el mandado se quedan cortos en sus intenciones.

Sobre todo porque hay un marcado incremento en muchos de los productos que conforman la canasta básica y como dicen, ya no les alcanza.

Por lo que surtir el mandado se ha vuelto en serio peregrinar de quienes estiran sus recursos ante el encierro de la Pandemia.

Quién sabe que tanto abarque la reactivación económica, pero la verdad de las cosas es, que se registra un verdadero incremento vehicular o como se dice ahora, la movilidad.

Tan es así, que importantes arterias vehiculares se han visto congestionadas a lo largo del día y eso que hay muchos negocios cerrados por no ser considerados esenciales.

En tanto que en lo relacionado a la movilidad, aún con el incremento del servicio camionero algo está fallando, pues sigue el amontonamiento de las personas.

Por lo que usuarios del transporte siguen teniendo las complicaciones de siempre aún con el servicio ampliado, sin aplicar las medidas reglamentarias de Sanidad.

Así que aguas, porque no le extrañe si en próximas fechas se disparan  los casos de contagio del Coronavirus, no faltará quien diga que es por el transporte urbano.

Diputados locales insisten en preguntarse: cuál será la intención de algunos de sus compañeros porque se apruebe dentro de la homologación de la Ley de Educación, el “Pin parietal”, si de antemano saben que de aprobarse, se vendría abajo con una decisión judicial.

Los que saben suponen que avalan ese capricho a los legisladores que la propusieron para agenciarse esos votos para cuando se les ofrezca y así cobrar el “favor”, porque todo tiene un fin.

Bien dicen que los interesados que ya asoman la cabeza no la brincan sin huarache y que todo lo que dan, los cobran a la “n” potencia y más, si a propósito exhiben su “ignorancia legislativa”.