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Opinión Editorial


Todo mal


Publicación:05-10-2020
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La inconstitucionalidad de la consulta propuesta por el Presidente era evidente y los ministros de la SCJN lo sabían

Mucho se ha escrito en contra de la desastrosa decisión que tomó la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Jurídicamente fue un despropósito, políticamente, también.

La inconstitucionalidad de la consulta propuesta por el Presidente era evidente. Lo sabían las ministras y los ministros que votaron a favor de las ocurrencias del Poder Ejecutivo, de ahí los argumentos tan débiles, inconsistentes, incongruentes, diversos, dispares, e indignos. No debatieron, no resolvieron, sólo politiquearon.

La sesión fue penosa porque no hicieron justicia y tampoco hicieron política. Todo mal. Fue una rendición ante el poderoso.

La sesión tuvo signos particulares. Permítanme un recuerdo personal con respecto a la sesión del Consejo General del INE que negó el registro a México Libre. En ambos casos, se cambió una tradición y una buena práctica para dar paso a lo que parece el protocolo de la sumisión: el presidente del órgano colegiado habló primero para anunciar el voto contra el proyecto que no era del agrado del Poder Ejecutivo y todavía intervinieron una segunda vez por si quedaban dudas. 

¿Qué es lo que sigue? Seguimos nosotros, seguimos usted y yo, seguimos los que hartos decidieron llenar el Zócalo a las 48 horas de haberse celebrado esa sesión. Y, para ello, vale la pena recordar los elementos de valor que se dieron en esta decisión:

1. Una ministra y cuatro ministros que no se rindieron: Luis María Aguilar Morales (el autor del proyecto), Norma Lucía Piña Hernández, Javier Laynez Potisek, Jorge Mario Pardo Rebolledo, y José Fernando Franco González-Salas.

2. Algunas de las frases valientes: "un concierto de inconstitucionalidades" (Ministro Aguilar); "La Justicia no se consulta" (Ministro Laynez en su gran intervención); "a mí no me presiona nadie" (Ministra Norma Lucía Piña).

3. Los tres colegios de abogados más importantes se pronunciaron. 4. Opiniones escritas que en muchos de los casos pueden ser leídas como si se tratara de una clase de Derecho o de política. 5. Innumerables expresiones valientes que en redes sociales se hicieron con dolor, asombro e indignación. 

Hago un llamado a no polarizar, pero también a no claudicar. Y para el Ejecutivo, a quien le gusta citar al Papa, cito una parte del numeral 15 de su nueva Encíclica: "La mejor manera de dominar y de avanzar sin límites es sembrar la desesperanza y suscitar la desconfianza constante… En muchos países se utiliza el mecanismo político de exasperar, exacerbar y polarizar. Por diversos caminos se niega a otros el derecho a existir y a opinar y, para ello, se acude a la estrategia de ridiculizarlos, sospechar de ellos, cercarlos."

Aquí seguiremos los militantes de la esperanza por la justicia en la libertad.




« El Universal »