Ahora toco turno a los “sindicatos” al verse afectados en su status quo a través de la reforma Laboral que se está cocinando desde el centro y tiene como epicentro a Morena, que no es otra cosa que AMLO, a fin de tener el control del sindicalismo nacional a través de la creación del Centro Nacional de Conciliación y Registro Laboral, cuyo titular sería nombrado a propuesta de ya sabe quién, para que el Senado de la Republica decida al bueno; el actual sindicalismo, el sector empresarial, partidos políticos como el PAN y PRD, además de expertos en la materia rechazan la reforma como viene, toda vez que visualizan la intromisión del Gobierno en los procesos democráticos y de libertad sindical.

Dirigentes de la CTM y la CROC rechazan la reforma debido que el organismo que se pretende generar quiere meterse hasta en la verificación de los requisitos de las organizaciones para su registro de tal forma que observan una sobrerregulación que incluye modificación a diversos artículos clave de la Ley del Trabajo como lo es el 371 que condiciona la validez de un contrato colectivo y el 390 bis que retrasa el derecho de huelga; los empresarios quieren un marco más parejo que no solo proteja a los trabajadores sino que fomente el empleo y crecimiento del país; PAN y PRD advierten que el Gobierno pretende adueñarse del sindicalismo a través de esta reforma amañada con líderes afines y mencionan a Napoleón Gómez Urrutia, Senador de Morena, como artífice del principio del fin del actual sindicalismo.

Francisco Hernández Juárez, cabeza del sindicato de telefonistas desde hace 43 años, Agustín Rodríguez, con 25 años liderando el STUNAM, Isaías González Cuevas, al frente de la CROC desde hace 19 años y otros muchos más líderes de los múltiples sindicatos que existen en el país no quieren verse afectados y lucharan a fondo para impedir que la reforma pase como está redactada; AMLO y Morena saben muy bien la pésima imagen que tienen los sindicatos desde su nacimiento hasta el momento actual e incluso ligados muchos de ellos al PRI moribundo, de tal forma que es el momento idóneo para cambiar las cosas para bien de los trabajadores con nuevas reglas que los beneficien y aumenten su clientelismo al generar una estructura a doc para lograr tal objeto.

Hay acusaciones de los líderes del PAN y PRD además del Gobernador de Tamaulipas, Francisco Cabeza de Vaca, contra el líder minero Gómez Urrutia de generar una crisis laboral en Matamoros incitando a paros para desestabilizar a los actuales sindicatos e impulsar aún más a la Confederación Internacional de Trabajadores que preside Napoleón; curiosamente AMLO no se metió y solo pidió paciencia a los trabajadores para conseguir aumentos salariales, mismos que dijo deben ser paulatinos, sin embargo, el Gobernador de Tamaulipas dice que la finalidad de no es el incremento del 20 por ciento del salario ni tampoco el bono de 32 mil pesos exigido, sino desestabilizar a los líderes de los actuales sindicatos; el hecho es que están afectando a los empresarios, a fuentes de trabajo que se van, e inversión foránea que no llegará y con ello sumando para que el crecimiento económico del país vaya en picada.

Se escuchan voces de alerta por riesgos para la democracia en el país que AMLO está generando a través de ésta y múltiples acciones más como la expansión de los programas sociales con entrega directa a los beneficiarios, el control del Gobierno sobre los otros poderes y el discurso contra los adversarios y contrapesos políticos; la deuda soberana del país según pronóstico de encuesta de Bank of América está en riesgo de caer en grado chatarra por la situación de Pemex y la erosión del marco institucional y estado de derecho afectados por la actual administración, amén de lo que pueda venir del exterior como huracán económico; agregue el desorden nacional por la resistencia natural de los actuales líderes sindicales para evitar los nuevos cuadros que les quieren imponer con el gravísimo daño colateral por venir… malísimo para el país, ¿será?, ¿le gustaría opinar?

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