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Opinión Editorial


¿Simulación o deseo de vida?


Publicación:08-09-2020
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La semana pasada leí el libro “Felipe el oscuro” de la periodista argentina Olga Wornat. Definitivamente un ejercicio periodístico audaz, valiente e inteligente

La semana pasada leí el libro “Felipe el oscuro” de la periodista argentina Olga Wornat. Definitivamente - “Haiga sido, como haiga sido”- un ejercicio periodístico audaz, detallado, valiente e inteligente.  

A partir de la descripción de los tejes manejes del expresidente Calderón, como de tantos otros políticos que narra el libro, recordé diversa situaciones -en otros contextos y niveles- donde se ha reproducido dicho modelo de liderazgo y gobierno, que van desde la psicología individual, la familia, la empresa, hasta instituciones educativas, políticas y de gobierno: la jerarquía de la imposición, la simulación democrática del diálogo, los candidatos de unidad (universidades y partidos políticos) que excluyen la diferencia, la formalidad protocolaria vacía, el abanderar nobles causas en lo manifiesto, para en lo oscuro, delinquir y desviar recursos públicos; el cerrar filas para deslegitimar, coptar, comprar, sobornar, despedir injustificadamente, solo porque no se tenían las mismas ideas de “los de arriba” o, simple y sencillamente, ocupar un puesto de elección popular o un puesto en una institución educativa pública como si fuera un feudo que reparte sus parcelas solo a familiares y amigos, y espera las flores y el agradecimiento público en cada junta y acto público.

Dichas lógicas reaccionaras y autoritarias, más acordes a la lógica moral, disciplinaria y especializada de organización piramidal entorno a una sola persona y objeto, sin bien aún existen en el siglo XXI, ya no corresponden del todo con la lógica de este nuevo lazo social horizontal, amplio y diverso. Esta Tierra Dos -como la ha llamado y teorizado Jorge Forbes, psicoanalista brasileño- se caracteriza por la legitimación de la singularidad, en ese sentido, la invención y responsabilidad, son el nuevo eje de las vidas (monólogos articulados) tanto de personas, familias, empresas y sociedad en general. Quienes sepan navegar por esas aguas con la flexibilidad y creatividad, podrán adaptarse y aprovechar de mejor manera los tiempos actuales, en lugar de un ejercicio del poder, autoritario y corrupto, que se basa en la sola acumulación del poder (político, económico e ideológico) como moneda de cambio.

Estamos verdaderamente ante un mundo en transformación, en el cual predomina el sentido de vida, por encima del lucro y dominación del otro, donde el acento recae en poder realizar un sentido de vida singular que logre dialogar y articularse con los demás, ya sin el ámbito del poder jerárquico. En ese sentido, Tierra Dos, es más para los espíritus inquietos y creativos que pueden sustentar un sentido singular de vida, que el del sometimiento a un patrón de simple acumulación de poder para explotar recursos y personas, como valor máximo. 

Los movimientos conservadores pugnan por un retroceso de las libertades como bandera para estar más seguros y ser más productivos, reivindicando el pensamiento autoritario van confeccionando dictaduras disfrazadas de democracia, del pensamiento único en la gobernabilidad (EUA, Brasil, Bolivia e Italia, por mencionar algunos) inspirados por discursos religiosos extremistas, de inspiración católica, cristiana, judía o musulmana, con su pretensión de pureza de raza, religión y nación, en las empresas e instituciones, basadas en la corrupción y simulación de evidencia y transparencia; con su odio por lo diferente, por lo singular. 

El tiempo actual, Tierra Dos, es un tiempo de legitimación de las singularidades, por lo tanto, de las diferencias, no solo a nivel individual sino también jurídico, político y económico. Por lo que tanto, personas, familias, como gobiernos e instituciones, están ante la encrucijada de dirigirse -por miedo y falta de creatividad- al guarecimiento en un pensamiento y practicas anteriores, que fijaban los cánones de la vida previamente para luego imponérselos a una colectividad más amplia, sin por ello seguirlos ellos mismos, ya que el moralista siempre es al mismo tiempo un moralista con el otro, pero permisivo y perverso consigo mismo, de lo contrario su fachada sería insoportable, o de encaminarse a renunciar al poder de uso sobre el otro y los recursos, al poder de realización y servicio, en donde el lazo con el otro, busca un nuevo amor, un nuevo humanismo, una articulación de las diferencias, a través de la creatividad, los proyectos y la responsabilidad con el otro y en el marco legal, el cual pretende realizar -en sí y en el semejante- el sentido y realización de las vidas singulares, más que el sometimiento y explotación del otro para beneficio propio o de unos cuantos. 

Instagram: camilo_e_ramirez



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