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Opinión Columna


Retomando el rumbo


Publicación:05-03-2019
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¿Por qué no creer en la palabra de unos y solo creer en nuestro propio dicho?

"Merecen más respeto los opositores que los abyectos", esas fueron las palabras del jefe del Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, en su visita al estado de Chihuahua y es que el Presidente de México ha insistido en señalar que la mejor forma de armonizar al país es evitando la confrontación estéril e innecesaria que, en muchos de los casos, solo atiende a la soberbia y al momento circunstancial de ostentar el poder.

México merece el mayor esfuerzo de todos y cada uno de los actores que participan en la vida política del país y exige actuar con cordura, dedicación y empeño; siempre es oportuno corregir el rumbo, cuando se antepone el bienestar de los mexicanos.


López Obrador ha sido enfático y ha reiterado que es presidente de todos, que no tolerará el abuso de los diferentes órganos de gobierno; entonces, lo que se espera es una aplicación de la justicia sin que esta se direccione y atienda solo a estados anímicos o peor aún, a venganzas reservadas.


En las giras que hace el Presidente de la República por los diferentes estados, en los que se hace acompañar por los respectivos gobernadores, deja en claro que, la mejor forma de fortalecer a la estructura gubernamental, es precisamente a través de una coordinación exacta y por supuesto del respeto entre poderes.


Por lo anterior y confiando en las palabras del presidente, algunos actores dedicados al trabajo legislativo, que pertenecíamos a la fracción del PRD, decidimos retomar el rumbo y consolidar nuestra lucha con el primer presidente de izquierda contemporáneo en México, a quien, por cierto, muchos acompañamos en su lucha por más de una década.


Es claro que se registra un embate a esta decisión por los mismos opositores al actual régimen gubernamental, tratando de envilecer este hecho, incluso con argumentos que resultan vulgares como la falsa acusación de que la motivación respondió a un acuerdo económico, nada más falso.


Es seguro que dirigentes y legisladores del PRD quedaron lastimados por esta decisión y esto es por el simple hecho de haber dinamitado su estrategia que, por supuesto, a nadie han convencido, responda a una ideología política.


Pronto en este espacio, daremos datos exactos con evidencia sólida que permitan de cara a México saber a qué intereses responden y sobre todo, las motivaciones personales que los llevan a una confrontación sin sentido.


También es natural que dentro del propio régimen gubernamental existan actores que, azuzados por el poder, reciban con desprecio, incluso con resquemor la decisión que tomamos este grupo de legisladores y querrán poner en tela de juicio o duda que la motivación responde en primera instancia a ejercer con libertad nuestro derecho y aportar desde el ámbito legislativo lo necesario para lograr el bienestar de los mexicanos.


¿Por qué no creer en la palabra de unos y solo creer en nuestro propio dicho?


¿Por qué algunos actores se presentan hoy como inmaculados, cuando es más que conocida su historia y solo basta recordarla para conocer la calidad moral de cada uno de ellos?


Parece que muchos que hoy se encuentran en diferentes terrenos de poder han olvidado aquel principio atribuido al elefante, que la única forma de tener la trompa larga es cuando se tiene la cola corta.



« Redacción »
Héctor Serrano Cortés

Héctor Serrano Cortés


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