Para corajes no tiene uno y si no pregúntenle a las autoridades de Salud, pero el relajamiento social es más que palpable.

Tal y como lo diagnósticamos en este espacio, como si ya no se tuviera Coronavirus, la gente se vio de manera relajada.

Por lo que el ir y venir de los ciudadanos se hizo patente por todos lados, con familias enteras y en grupos, en franco paseo.

Y, aunque no se trataba precisamente de día de campo, poco faltó para que ciertas áreas del primer cuadro de Monterrey ''resucitara'' al cien.

Muy gustosos pasaron el fin de semana los trabajadores del Hospital Universitario, pues recibieron su retroactivo anunciado de dos meses, del bono prometido por el Director del Hospital, Edelmiro Pérez Rodríguez.

Las cantidades fluctuaron entre los tres mil quinientos y ocho mil pesos que cayeron muy bien en los bolsillos familiares.

Hay que recalcar que ese bono sólo fue para los doctores, enfermeras y todos aquellos que están en contacto con los enfermes del Covid-19.

Pero ojo, pues hay mucho personal que aunque pertenece al nosocomio, no corren los mismos riegos de infección.

Si las cosas se dan como se tienen previstas y se desea evitar las aglomeraciones habrá que madrugar.

Precisamente ahora que se acentuará la ''reactivación económica'' y que crecen las quejas por el transporte.

Pues es fecha que no se sabe, si se incrementará el número de unidades para brindar mejor servicio.

Y, que pese a la pandemia, los horarios y la ampliación de estos, las quejas no se han podido frenar.

De ahí que de continuar las cosas como están, no dude ni tantito que ésta mañana las quejas se disparen.

Especialmente cuando ya se corrió la voz para retornar a ciertas labores permitidas y otros a la brava.

Con eso de que hay algunas restricciones que se aplican al cien, los mercados rodantes siguen a medias aguas.

Ahora sólo se aprecian ventas de frutas y verduras, no como antes que se vendía de todo y para todos.

Desde que se aplicaron restricciones y se les pintó su rayita, los paseos dominicales por mercados desaparecieron.

De que ahora ya hay quienes urgen la autorización de las autoridades municipales que los tienen sin permiso.

Y, aunque se presumen expendedores de productos necesarios, habrá que ver si abren o los dejan como hasta ahora.

Con eso de la pandemia, del encierro domiciliario, del incremento de contagios y sus fallecimientos, hay otros aspectos que parecen olvidarse.

Como por ejemplo, el plazo otorgado al dirigente estatal del PRI, Pedro Pablo Treviño Villarreal para cambiar la estafeta tricolor.

Para mayores datos le diremos, que de acuerdo a la fecha que se manejó de manera oficial en su tiempo, era precisamente los últimos de mayo.

Por lo que se podría decir que el legislador federal y mando del tricolor en NL, estaría ''viendo'' tiempo extra al frente del priismo.

A menos que de la noche a la mañana en un abrir y cerrar de ojos, se adviertan movimientos de esos que en el priismo se dan y sin chistar.

Aunque ahora con eso de la pandemia y la tecnología, quien quite y digan, que son movimientos virtuales, no por dedazo, si no a distancia.

No nos gusta el chisme, pero dicen los que dicen que saben, que en éste paréntesis forzado por la pandemia, en Morena se cruzan mucho las líneas.

De quienes quieren y no soportan sugerencias, y quienes quieren mandar galleta y les saltan los gallitos alborotándoles a la raza.

Desde luego el asunto, sigue quebrándole toda planeación a quienes a su manera urgen acomodar las cosas haciendo futurismo.

Lo peor del caso es, que con tantas cabezas no descarte se les haga bolas el engrudo, por lo que vale seguirles la huella.

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