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Opinión Columna


Reducir el transporte urbano


Publicación:25-04-2020
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Aunque definitivamente la intención es buena, la reducción del transporte colectivo en Nuevo León, quieran o no podría tener sus riesgos

Aunque definitivamente la intención es buena, la reducción del transporte colectivo en Nuevo León, quieran o no podría tener sus riesgos.

Pero como diría el cirujano, vamos por partes si la idea de frenar el ir y venir de los de a pié, es quitar camiones y meterles horarios.

Pues bien, habrá menos unidades que prestarán su servicio de manera regulada por la mañana y por la tarde, aunque esto se podría causar otro riesgo.

Por ejemplo el de las aglomeraciones en los horarios establecidos y que se aplicarán en teoría, a partir del lunes próximo como una herramienta contra la pandemia.

Lo peor del caso es, que ante una gran cantidad de personas que sigue en las calles, quien evitará que el transporte se congestiones.

Y, todavía más delicado si se toma en cuenta que a la fecha pese a sus programas de concientización Gobierno no tiene eco ante los escépticos.

El dato es más que delicado si toda vez, en los camiones, en el transmetro, la Ecovía y el metro en horas pico sigue el amontonamiento.

El cúmulo de personas sigue vivo en todo el sistema pese a la ''suspensión'' de actividad en muchas empresas no necesarias, según el decreto federal.

Lo cuál demuestra una cosa, que muchas empresas no han parado sus actividades y que siguen laborando de manera habitual sin que nadie les chiste.

Pero eso podría ser lo menos importante, si en el transporte continua latente el riesgo de contagio de Covid-19, al no procurar la Sana Distancia.

Porque si con la reducción de unidades por ruta no faltaba quien estuviera hombro con hombro con otro pasajero, agreguele que no todos se dejan el cubrebocas puesto.

 

 

Más claro ni el agua. Harto sospechosismo causan en Nuevo León los altos índices contaminantes que se respiran día a día.

Sigue siendo más recuente que común, los paisajes grisaseos de la metropoli sobre su extensa mancha urbana.

Sobre todo, cuando ya no hay clases presenciales, las empresas ''pararon'', hay menos camiones y coches circulando.

Además de que las empresas no esenciales dejaron de laboral a como lo venían haciendo, según el decreto federal.

Y, que las pedreras se jura y se perjura, cerraron sus puertas a toda actividad no permitida por las autoridades locales.

Por lo que vale preguntar algunas cosas, como por ejemplo, si los cierres obligados son en general, quienes siguen laborando.

Y, la otra, quizá la más seria, ué autoridad no está haciendo su trabajo en eso de las acciones de vigilancia y de inspección.

Será a caso que ahora todos se despachan con la cuchara grande, con eso de que en NL había 15 inspectores estatales y 2 federales.

O, que con eso del Coronavirus y que lo mejor es Quedarse en Casa, los inspectores no salen ni con la lámpara de Aladino.

 

 

Quienes de una u otra forma se han dado a la tarea de visitar los centros comerciales, se han percatado de algunas cosas.

Entre otras que las medidas restrictivas van en serio, que el acceso a las personas está muy vigilado y procurando el orden.

La limpieza y las labores de sanitización sobre todo, de la Sana Distancia, además de sacar a quienes no le ven oficio, ni beneficio.

Pero sobre todo, que hay muchos productos que de plano se agotaron y otros más, que aún existen a la venta, pero en pocas unidades.

Y, que de acuerdo a los pronósticos de quienes dicen que saben, se podría registrar una mayor escases quieran o no.

Como es el caso de las cervezas que en algunos de los casos, todos los estantes lucen vacios salvo las que no tienen alcohol.

 

 

Este día los que amanecen haciendola de tos son los legisladores Víctor Pérez Díaz y Jesús Nava.

Para esto, el coordinador de los diputados federales y el diputado local, traen un reclamo.

Por lo que demandarán a la Conafor destinar los recursos necesarios para el combate a los incendios.



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