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Opinión Editorial


Primero de Mayo, en la memoria


Publicación:29-04-2019
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Quienes aprendimos el quehacer de la política en la vida estudiantil, con relativa facilidad pasamos a la política sindical y de allí, a la política partidista


Arturo Delgado Moya

Quienes aprendimos el quehacer de la política en la vida estudiantil, con relativa facilidad pasamos a la política sindical y de allí, a la política partidista, dentro y fuera de las estructuras de poder público, ya fuese en el SNTE, el STENSE, STUANL, Secretaría de Educación, Escuela Normal Superior, Universidad Autónoma de Nuevo León, Sociedad de Historia (SNHGE) y Academia de la Educación (AMESNL).
La memoria que vamos a recordar, no se trata de nuestra presencia en todas las instituciones mencionadas, solo nos referiremos a nuestra participación como profesores de secundaria y normal superior, es decir en el SNTE y STENSE.
Para cuando concluimos los estudios en la Escuela Normal Superior, ya teníamos años de pertenecer al SNTE, a la delegación D II 4, que después dirigió la maestra Margarita Vera de Livas, a quien acompañamos en su tarea de lucha sindical.
Al concluir la década de los 60s, había en el país un gran movimiento sindical, estudiantil y social, lo cual era motivo de formar grupos sindicales, políticos y sociales, al mismo tiempo convocar a reuniones para establecer demandas sociales, económicas, educativas y culturales, según el gremio a que se pertenecía.
En la Normal Superior procedimos a organizarnos en un sindicato de trabajadores, para garantizar la existencia de la Institución, de nuestra permanencia en el centro educativo y laboral. El gobernador Eduardo Elizondo, de origen patronal, banquero y empresario, no quería saber nada de sindicatos y se negaba a reconocernos, ¡más!, si entre los asesores del Sindicato figuraba el maestro Humberto Ramos Lozano.
Como Secretario General del STENSE promovíamos reuniones de maestros de la Normal Superior y de participación sindical en todos los centros de trabajo donde laborábamos, pero también con los líderes de delegaciones independientes de enseñanza primaria y secundaria, al igual que los maestros y estudiantes de las escuelas normales básicas del estado.
En el gremio magisterial, además de las delegaciones oficiales, fieles a los Comités Ejecutivos de la sección 50 y 21 del SNTE, teníamos a dirigentes magisteriales que participaban en el Movimiento Renovador del Magisteriocon el maestro Canales, Pablo Hernández, Sánchez Partida, Everardo Leal, Zenaido Martínez, entre otros.
También participaban maestros dirigentes y miembros del Movimiento Revolucionario del Magisterio, tales como Amel Garza, Cástulo Hernández, Sergio Escamilla, Rogelio Cantú, LucildaPérez Salazar, Ramiro González, Matilde Gallegos y el autor de estas líneas.
Otros dirigentes independientes de los grupos existentes eranSalvador Zúñiga, Roberto Ramírez y Pedro Ramírez.
Las sesiones de organización del magisterio, para conmemorar el Primero de Mayo, se realizaban en el auditorio Ciro R. Cantú de la Normal Superior, o en el Auditorio de la Sección 50 del SNTE.
Se llegaba el Primero de Mayo y partíamos de la Normal Superior hacia la Alameda y nos incorporábamos en el contingente por Pino Suárez, Morelos, Zaragoza hasta Palacio de Gobierno. En el desfile correspondiente al mes de mayo de 1970, se acordó utilizar mi carrito Volkswagen, ponerle sonido e ir perifoneando las demandas del magisterio. Dentro del carro me acompañaba Ramiro González y mi hijo Arturo de 3 años. Al aproximarnos al presídium donde estaba el gobernador Elizondo, el orador de presentación del desfile era de la CTMy exaltaba a su organización y sus conquistas laborales, y en ese momento un comando de la CTM se lanzó sobre mi coche y dispersó a la guardia de nuestro contingente formado por Amel Garza, Cástulo Hernández, Rogelio Cantú y otros, y con tijeras y pinzas desconectaron el sonido y siguieron sacudiendo al pequeño carrito, hasta que salimos de frente del presídium.
En conversación con el señor Serna de la CROC, me platicaba de la vigilancia que él y otros colaboradores(que, cabe decir, llegaron a ser prominentes políticos del Estado) mantenían sobre los militantes socialistas, comunistas y liberales, de entonces; también el sector juvenil de la CTM,con la figura muy activa de Ismael Flores, hacían labor de vigilancia; quien posteriormente se ganó la confianza y apoyo del señor Galván, y después de don Raúl Caballero.
En teoría política, celebrar el Primero de Mayo era reivindicar el papel histórico de la clase obrera y poner como ejemplo el poder socialista, los avances sociales y políticos de los trabajadores en el campo del socialismo, y proyectar el futuro de la clase obrera, más allá del poder sindical que está dentro de la lógica del capitalismo.
Después de 70 años de socialismo en los países pertenecientes al bloque soviético-chino, vino la crisis del sistema socialista, debido a la competitividad del capitalismo y la globalización de la economía. Este mismo logro macro del capitalismo, generó una profunda crisis en las relaciones laborales, donde los sindicatos dejaron de ser una fuerza real y se transformaron en un coadyuvante del sistema capitalista.
Nos decían los dirigentes obreros: Debemos defender a los trabajadores en sus relaciones laborales, en su salario y prestaciones, pero también debemos defender la existencia de la fábrica, de lo contrario dejará de existir el sindicato como tal.
La globalización económica y sus relaciones laborales dejaron de existir en la práctica como se les conoció hasta antes de 1970, conforme fue avanzando el capitalismo financiero trasnacional, y por ende la función social y laboral de los sindicatos mermó.
La postglobalización y el nacionalismo emergente de la política económica norteamericana,han confirmado a su vez la falla en el funcionamiento de este capitalismo trasnacional que no ha visto por las clases trabajadoras ni los nuevos profesionistas, lo cual nos lleva a entender nuevas formas de organización laboral y sindical, como sucede en Italia donde los trabajadores trabajan lo que se requiere de ellos en la fábrica, no obstante reciben su paga completa como si cubrieran las horas debidas. Tenemos que ver cuáles son las nuevas formas de organización social y laboral y cómo acoplarse a un nuevo capitalismo que a su vez se debe reinventar. Por los trabajadores del mundo y de México: ¡Viva el Primero de Mayo!



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Arturo Delgado Moya

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