Opinión Editorial
¿Por qué agitar el avispero?
Publicación:23-05-2020
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Consideramos que a la presidencia legal no le corresponde intervenir en los gustos y gastos de las personas, en tanto éstas obtengan lícitamente sus ingresos
Es este preciso e inoportuno momento, el flamante dirigente de Morena, Alfonso Ramírez Cuellar se da a conocer en sociedad, firmando un escrito en papel membretado de Morena —confundiendo al lector que asume el contenido como un hecho consumado— indicando la conveniencia de un Nuevo Estado emergente de la actual crisis, midiendo por conducto del Inegi la desigualdad y la concentración de la riqueza, para lo cual será revisado el patrimonio inmobiliario, financiero y bursatil de las personas , además de vigilar la concentración de “poder” que ostentan algunas empresas, buscando generar políticas públicas para acabar con la desigualdad. La idea de Ramírez Cuellar es incorporar un criterio de progresividad fiscal, para que “las grandes fortunas empiecen a colaborar más en los gastos nacionales, todo ello, incluido en una reforma a la Constitución para que se establezca el concepto de progresividad fiscal”. Don Alfonso, no se trata de que haya menos ricos, sino menos pobres.
Acertadamente López Obrador intervino sosteniendo que la pretensión de Morena de otorgar facultades al Inegi para indagar el patrimonio de los particulares es incorrecta e inconveniente, dicho patrimonio debe ser mantenido en privado. Iba bien el presidente hasta que cuestionó el derroche y la ostentación, proponiendo incorporar la austeridad no sólo como forma de gobierno, sino como forma de vida. Consideramos que a la presidencia legal no le corresponde intervenir en los gustos y gastos de las personas, en tanto éstas obtengan lícitamente sus ingresos, cubran sus obligaciones fiscales y respeten las leyes y normas vigentes. La frase es de AMLO: ¿Por qué agitar el avispero?
« El Universal »