banner edicion impresa

Opinión Editorial


Nueva realidad


Publicación:25-05-2020
version androidversion iphone

++--

Lo que resta del mes, prácticamente una semana, México y Nuevo León se preparan para una “nueva realidad”.

Lo que resta del mes, prácticamente una semana, México y Nuevo León se preparan para una “nueva realidad”, que se refiere a la reactivación económica, misma que se dará de manera gradual a partir del 1 de junio, según el calendario asentado en el manual de “Lineamientos Técnicos de Seguridad Sanitaria en el Entorno Laboral”.

El documento emitido por el gobierno de México y que consta de 30 cuartillas, marca además un semáforo con cuatro categorías: nivel máximo, alto, medio y bajo de riesgo, y queda a discreción de la autoridad federal informar a cada estado y municipio en que alerta se encuentra; de ello dependerá qué se podrá hacer, qué giro de actividad se reanuda y demás etcéteras.

Queda en manos del IMSS recibir los formatos de cada empresa para saber si cumple con los protocolos requeridos y darle el visto bueno para reabrir.

Jaime Rodríguez Calderón sostiene que el bloque de 7 estados que luchan por los ajustes del Pacto Fiscal (Coahuila, Tamaulipas, Durango, Michoacán, Jalisco y Colima, junto con NL), marcarán su propia agenda de “nueva realidad”; el caso es que más allá de quién dicte cómo regresamos, hay un piso mínimo por atender si no queremos contagios, nuevos picos y comprometer la capacidad hospitalaria.

Fechas como 20 de marzo, abril 11, y 4, 13 y 15 de mayo son sólo algunos ejemplos de fechas en que se han dado picos serios de la pandemia en Nuevo León, resultado primero del periodo vacacional de Semana Santa cuando pocos se tomaban en serio la presencia del Covid-19 en la entidad; luego vino el exceso de confianza con las festividades del Día del Niño y de la Madre.

Regresar a una “nueva normalidad” es imperativo, me queda tan claro como a usted o al vecino, porque los acreedores no son precisamente comprensivos y un gran porcentaje de las familias mexicanas vive al día.

La mejor prueba de que la nueva normalidad se adelanta es que ya se encuentran de nuevo llenos los parques públicos lo cual, a mi juicio, me parece una exageración, pero depende de cada cual la toma de sus propias decisiones, aciertos y yerros.

Sea cual sea el semáforo que prevalezca en su municipio o Estado, qué le parece si nos adaptamos a esta “nueva realidad” con las precauciones debidas como seguir usando el cubrebocas, el antibacterial y mantener el respeto a la sana distancia.

No vaya siendo que este exceso de confianza nos cobre la factura en unas semanas más.

Tampoco está de más que en casa sigamos ciertos protocolos mínimos como la limpieza con soluciones a base de cloro y el lavado de manos.

Dios dice “ayúdate, que yo te ayudaré”; eso aplica perfectamente a esta fase de la pandemia. El autocuidado en el parque, en casa, oficina, al usar el transporte.

Repetiré las palabras del doctor Manuel de la O Cavazos, quien dice que la “salud no tiene precio, pero tiene un costo”. Es preferible asumir el costo de seguir comprando algunos insumos básicos a fin de preservar lo más valioso que tenemos, que es precisamente la salud.

Comentarios: nelly.cepedagzz@gmail.com




« El Porvenir »