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Opinión Columna


No quieren sesionar


Publicación:28-03-2020
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Con eso de que ‘’no urge’’, los legisladores locales, en su mayoría, por lo visto no están dispuestos a seguirle el juego a las bancadas de Movimiento Ciudadano

Con eso de que ‘’no urge’’, los legisladores locales, en su mayoría, por lo visto no están dispuestos a seguirle el juego a las bancadas de Movimiento Ciudadano y Morena para sesionar en calidad de “mientras”.

Vaya, que ni por sus mentes pasa la remota idea de ‘’trabajar’’ en línea, bajo el argumento de que no se tiene el equipo ni las condiciones, y que el reglamento, o que la ley y muchas otras cosas más, se los impide.

En pocas palabras, mandan al carajo tooodo lo que tenga que ver con su retorno apresurado al Congreso del Estado y lo que tenga que ver con la Fase 1, la Fase 2 y la inminente Fase 3 a causa del coronavirus.

Pues todo parece indicar que para ellos no existe más urgencia que las acciones implementadas por las autoridades federales, las estatales y las municipales que ya andan con el Jesús en la boca por la pandemia.

Vaya, como si los legisladores locales vivieran en otro mundo que no fuera precisamente el terrenal y que gracias a la división de poderes, podría estar en otra atmósfera, en la dimensión de lo desconocido.

Pero mientras los legisladores locales siguen montados en su macho de no sesionar hasta el 20 de abril, fecha para la cual se advierte un negro panorama por el incremento de los casos del coronavirus en NL, ya se confirman 101 infectados.

Sea como sea, los números siguen a la alza, si se considera que las autoridades  estatales de Salud en Nuevo León manejan por separado los casos con los que se atienden en los hospitales privados y cuyas cifras se ponen en calidad de duda sujetos a revisión.

Y, se advierte que serán los organismos especializados en la materia quienes habrán de reconocer y certificar el número de contagiados reportados a la fecha en el juego de cifras, entre lo que se empeñan las autoridades en enredar.

Lo que era un secreto a voces entre residentes de los municipios cercanos a Salinas Victoria, ya no lo es…y es  que se ventilaba de manera extraoficial en redes sociales desde hace días dos casos de contagiados por el Covid 19 en ese municipio rural.

Claro, se dice que estos casos tienen su raíz en la visita de extranjeros a las zonas turísticas de Potrero Chico, que es un parque recreativo muy atractivo.

Amén de que es un sector muy visitado por expertos excursionistas y amantes de los deportes extremos por la escalada de cerros y donde trabajan muchos residentes de aquellos lugares.

Por lo que ya sabrá cómo andan las redes sociales precisamente ahora que se confirmó por la autoridad local que Salinas Victoria es el único municipio rural del estado con casos de coronavirus.

Con eso del temor de la pandemia y lo que esto implica, aunque aparentemente pudiera no haber motivo, comerciantes oportunistas siguen incrementando el precio de algunos productos.

Pues a pesar de que los combustibles registran una sensible baja en las gasolinas, ya se disparó el precio del kilo de huevo, el precio del kilo de frijol, la tortilla anda en calidad de “veremos” y hasta las pastas de sopa han quintuplicado su costo.

No se diga el kilo de pollo que en algunos establecimientos y grandes tiendas comerciales ha duplicado su costo, al subir la preferencia de su consumo ante la oferta de carnes rojas, de pescado y hasta de puerco.

De ahí que el dato llama poderosamente la atención, ante la escalada de precios en los productos de la canasta básica y de primera necesidad ante un escenario en el que ya se aprecia cierta falta en el mercado.

Y, eso que según los que dicen que saben de aguacates, lo fuerte, lo fuerte por el tan temido incremento de los casos por el coronavirus aún no alcanza el pico más alto en Nuevo León, esperado para los próximos días.

Hay que reconocer, que los uniformados encargados de conminar a las personas para que se retiren a sus casas ante la contingencia del Covid-19, siguen como cuchillito de palo.

Lo peor del asunto es, que los ciudadanos a quienes interceptan sentados en espacios públicos o paseando como Juan por su casa, parecen tener oídos sordos.

Tardan más los efectivos de Fuerza Civil en pasar con sus patrullas, con el altavoz invitando a la gente retirarse a sus casas para evitar los contagios, que estos en retornar.

Por lo que en el peor de los casos, el operativo especial montado para prevenir que los casos se multipliquen, semeja el cuento de nunca acabar.




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