banner edicion impresa

Opinión Editorial


México, economía y Covid, dos crisis esperan respuesta


Publicación:20-06-2020
version androidversion iphone

++--

El fracaso de México para contener el Covid-19 muestra por qué la región es el centro de la pandemia señala la revista The Economist

El fracaso de México para contener el Covid-19 muestra por qué la región es el centro de la pandemia señala la revista The Economist. Se abrió antes de estar listos y se presentaron más casos de coronavirus lo que colocó de nuevo el semáforo de la Ciudad de México en rojo para el reforzamiento de la sana distancia. El Covid y la economía esperan respuestas igualmente urgentes. La difícil situación económica de millones no encuentra alivio, ya que a diferencia de otros países el gobierno no ha puesto en marcha acciones económicas para apoyar a quienes han perdido sus empleos y a las empresas impedidas de reiniciar actividades o en vías de quiebra, que disminuyan la crisis del desempleo y la vida de millones de mexicanos.

El pasado martes 16, la Cepal y la FAO Comisiones Económica y para la Alimentación de Naciones Unidas, advertían que en América Latina 83.4 millones al cierre del año estarán al borde del hambre por no contar con ingresos suficientes para una canasta básica alimentaria. Sólo para México esta proyección podría alcanzar hasta a 21.7 millones de personas que estarían al borde del hambre, muchos ya lo están.

El problema mayor está en la urgencia de corregir estimaciones de la medición y las perspectivas del Coronavirus para moderar la apertura que tiene que ser más cuidadosa y paulatina, a pesar de las urgencias del Presidente de iniciar sus giras por el país. Importante es observar cómo se comporta el crecimiento y el contagio de la pandemia que llegó ya a zonas rurales.

No se pueden separar ya la pandemia y las políticas de confinamiento y sana distancia de las urgencias económicas. México a diferencia de la mayoría de los países en el mundo, no tiene una política de apoyo económico para quienes se han quedado sin empleo, ni en sector formal ni en el informal, de la economía que en conjunto representan más del 70 por ciento del empleo. El gobierno continúa con los apoyos a jóvenes y adultos mayores anteriores a la pandemia. Para los demás, no hay estímulos, apoyos económicos, o descuentos, cancelación de cobros fiscales, ayudas de alimentarias o de renta.

Tampoco está en marcha el estudio necesario para definir las políticas económicas en los próximos meses y posiblemente años.

Otros países ponen el ejemplo, como España donde Pedro Sánchez ha reclutado a un centenar de economistas, sociólogos, antropólogos, científicos que preparan un proyecto a largo plazo. Otros muchos países como Italia, Francia, China, Alemania y muchos más definen políticas económicas.

Mientras otros países construyen estrategias México está cerrado. Es evidente que la crisis económica es resultado del distanciamiento social y el consecuente confinamiento para controlar la pandemia, que desactivaron la economía. En síntesis los tres lados del triángulo: la pandemia, su manejo errático con un elevado nivel de contagio y la movilidad llevaron, al colapso económico y social. Se han perdido 1 millón de empleos formales, 1 millón de independientes y alrededor de 9 millones de informales.

México está atrasado, no tiene políticas económicas para enfrentar la crisis que ya está aquí. Hay una mala relación entre el gobierno y las organizaciones empresariales que han propuesto políticas que el Presidente se ha negado a discutir. Tampoco hay medidas de atención y alivio a la crisis laboral y empresarial. El tema del apoyo y la recuperación no está en el centro de la agenda política, no se avanza ni a tropezones. La ruptura entre el gobierno y las Cámaras empresariales tiene que ser rectificada, es indispensable para salir de la crisis económica.

El gobierno debe organizar un diálogo para salir adelante en el que participen los empresarios organizados, los expertos en materia económica y social, la diversidad y el pluralismo de enfoques y propuestas. Es urgente ajustar el presupuesto, con una reforma fiscal que tome en consideración los cambios y la crisis que no estaba presente cuando se aprobó. El gobierno cuenta adicionalmente con los dos préstamos obtenidos del Banco Mundial. Es absurda la polarización política y la ruptura.

La economía va en picada y es urgente trazar una política nacional, una hoja de ruta para salir adelante, la recuperación será difícil y lenta, pero es necesario que el poder político y los empresarios organizados asuman el papel que les corresponde.

México está hundido, el panorama es desolador y hay que enfrentarlo. No hay nada más importante. No cabe la división, la sordera, ni la ruptura.



« El Universal »