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Opinión Columna


Mejorar la seguridad


Publicación:26-07-2022
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Como ya se venía venir. Las autoridades de la fiscalía federal determinaron el caso de Debanhi Escobar como feminicidio.

Como ya se venía venir. Las autoridades de la fiscalía federal determinaron el caso de Debanhi Escobar como feminicidio.

Por lo que el mismo, quieran o no, da un gigantesco brinco luego que desde el inicio la FGJE pudo determinar lo mismo.

Sin embargo, vaya usted a saber cuáles hayan sido los motivos o las ''evidencias'' que la autoridad local tuvo.

Y, que en el peor de los casos, no se avanzó en razón de la verdad y la justicia, para mal de las autoridades locales.

Por lo que ahora que la autoridad federal le hizo la tarea a la FGJE, habrá de esperar avances importantes.

Y, que en el mejor de los casos, con tantas evidencias, con tantas entrevistas, deshojar la margarita debe ser más fácil.

Dicen que la burra no era arisca, que la hicieron. Y, si no lo quiere creer basta con preguntarle a Gerardo Martínez, padre de Yolanda.

Resulta que trataron de convencerlo para firmar un acuerdo de secrecía, pero prefirió hacer uso de su libertad de expresión.

Por lo que seguirá revelando públicamente lo que suceda en torno a la muerte de su hija, cuyo caso fue determinado como feminicidio.

Con lo cuál se da un gran avance entre las autoridades locales, quienes deberán ahora dar con el responsable de su fallecimiento.

Y, sobre todo averiguar el porqué de tanto atorón en éste y otros casos que sigue hasta ahora sin resolver. Así que a pelar el ojo.

Que el jefe Gerardo Palacios Pámanes muy buenos resultados debe tener de ''colchón'' ante los brotes de inseguridad que de igual forma siguen en aumento.

Por lo que habrá de atizarle al asunto, sobre todo, cuando eso de la percepción es tan palpable y a la vez volátil, que urge una estabilidad en materia de seguridad.

Y, en el mejor de los casos pasar de la teoría y los buenos deseos en proyectos futuristas, a la ejecución en la práctica porque le comen el mandado.

Sobre todo, cuando la inseguridad no descansa y mientras hace el reparto de tareas con los municipios, hay cuestiones que amagan con salirse de las manos.

Y, si no lo quiere creer basta con darle una revisada a los delitos cometidos las últimas horas que parecen desafiar su llegada, la cual exige resultados ya.

Es cierto que se apunta aciertos, pero los altibajos no son sello de garantía en una labor estable, y menos con el descontrol evidenciado en los penales.

Especialmente cuando toda información de los reclusorios sale vía celular desde su interior, circulando en redes y eso que no se permite el uso de los teléfonos.




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