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Opinión Editorial


Maravillosa ciudadanía emergente


Publicación:24-06-2020
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Son increíbles, por maravillosas, las muestras de ciudadanía que han surgido a raíz del COVID-19

Son increíbles, por maravillosas, las muestras de ciudadanía que han surgido a raíz del COVID-19. Son expresiones, algunas espontáneas y otras organizadas, que ante la emergencia buscan acompañar y apoyar la vulnerabilidad que surge o se agrava por la crisis.

Ejercicios de solidaridad, independientes, transparentes y operativos. Siempre, con enfoque de atender los derechos humanos básicos: salud, hambre, pobreza. Reconocen el dolor y la necesidad de “estar con el otro” en sus carencias.

Es una ciudadanía emergente que posiciona, en una nueva escala, los valores de colaboración, creatividad, empatía, innovación, solidaridad, la interacción significativa, la resiliencia, la generosidad, el agradecimiento entre otros. Nuevamente resaltan la cultura del buen convivir, del bienestar y de la paz social como objetivos comunitarios.

Hemos tenido muestras variadas y diversas. ¿Cuál será su desenlace en el tiempo? No se sabe, lo que sí es que “aquí y ahora” han sido necesarias y talentosas.

Ha habido de todo. Por parte de las universidades, por ejemplo, se han unido con la fabricación de equipo médico, caretas, ventiladores, cabinas; así mismo, con el ofrecimiento de apoyo psicológico, tutorado académico y campañas de víveres.

Las empresas, en su compromiso de responsabilidad social empresarial, han focalizado sus procesos productivos para la realización de ventiladores, gel antibacterial, agua, protectores faciales. Además, se han sumado a cámaras y asociaciones para apoyar campañas de donativos, de equipamiento de hospitales y han facilitado espacios para la habilitación de hospitales.

Bajo el lema “Adopta un Hospital”, por ejemplo, se proporciona material de protección para médicos, enfermeras, camilleros y todos aquellos que tiene contacto con sospechosos de portar el virus. O “Mexicanos contra la pandemia” que integra a más de 20 asociaciones ofreciendo donativos en especie y económicos al personal de salud de los hospitales.

Entre la ciudadanía se han ofrecido espacios en préstamo para alojar a médicos y personal de salud en lugares cercanos a sus lugares de trabajo o bien como medida de protección ante el rechazo de algunos vecinos. Para los adultos mayores se ha apoyado con la compra de víveres o de medicamentos para que no se expongan.

En Israel por ejemplo, a través del “Programa Lebaker”, se ofreció contacto telefónico diario a personas adultos mayores con el objetivo de alentar, motivar, acompañar y también prevenir situaciones de riesgo derivadas del aislamiento y la soledad.

También ha habido serenatas para quienes laboran en hospitales, así como expresiones musicales en barrios. En Italia miles de italianos salieron a cantar al unísono en los balcones para levantar la moral durante la cuarentena. En España a las veinte horas, de manera puntual, las personas salían a los balcones a cantar, aplaudir o mostrar apoyo.

En tecnología, se realizaron aplicaciones como “Viive”, una plataforma tecnológica creada por un grupo de mexicanos, sin fines de lucro, que identifica casos sospechosos de Covid-19 y ayuda a que las personas tengan más claro cómo deberían actuar. O “Sofía Salud”, que ofrece de manera gratuita video consultas con médicos internistas. O “Drones México vs Covid-19" que unió a quienes tienen ese equipo para tareas de desinfección, patrullaje e incluso transportar medicinas o alimentos; algunos equipados con bocinas para alertar sobre el COVID, y llevar mensajes para que las personas permanezcan en casa.

O restaurantes que ofrecieron comida gratuita para los médicos, enfermeras y todo aquel que estuviera en la primera línea de combate en contra del COVID-19 o bien que hubieran perdido su empleo.

Destaca también el movimiento Unir y Dar, de COMUNIDAR, a través de #AbrazaNL, #RespiraNL y #ReactivaNL iniciativas de apoyo en las áreas social, salud y económica. De igual forma “Contigo somos más”, movimiento social por un millón de impactos, proyecto de la plataforma de aprendizaje TALISIS, para apoyar a familias de comunidades vulnerables a nivel nacional a través de la entrega de despensas y kits de higiene. Por cada peso donado, TALISIS pone uno más hasta llegar a la meta.

Hubo también convocatorias para estimular la realización de proyectos de investigación y desarrollo relacionados con el COVID-19.

Muchas expresiones compasivas, de talento y de generosidad, este espacio resulta insuficiente para mencionar todas las que han surgido.

Destaco como aprendizajes de estas iniciativas: La crisis como oportunidad para dar y crear; se puede construir sobre la capacidad además de desde la carencia; la conciencia de la vida comunitaria nos hace ayudar al otro; y la visión del rostro humano, que motiva a la compasión, detrás de todas las crisis.

Ojalá el gobierno capitalice estas expresiones y promueva el trabajo articulado con la ciudadanía para el logro de objetivos de desarrollo.

La realidad es el mejor laboratorio educativo, y la solidaridad la esperanza para construir un mundo mejor.

Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com



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