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Opinión Editorial


Los informes municipales


Publicación:01-10-2020
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Entonces para qué tanta alharaca en el papel si en la realidad la cosa sigue estando del carajo

Casi de manera coincidente, los alcaldes del área metropolitana presentaron sus obligatorios informes anuales de actividades realizadas en los ayuntamientos de los cuales son responsables, caracterizados, como es tradición, por las flores que a sí mismos se echan simbolizando las maravillas que hicieron. Con sus raras excepciones.

Lo cierto es que no hay una constante ni tampoco un común denominador. No sólo porque los ayuntamientos del área metropolitana están gobernados por titulares provenientes de diferentes partidos (Santa Catarina del PAN, Monterrey  del PRI al igual que Guadalupe, Escobedo sin partido, San Nicolás del PAN, García Independiente, Villa Juárez del PRI, etc.) sino porque no hay una proyección a futuro del área metropolitana en conjunto. Unos hacen una cosa, otros otra. Y así.

Claro, se supone, conforme lo marcan los artículos respectivos, que quien asume el poder político y administrativo (del país, de un estado, de un municipio) deja de hacer militancia partidista para dedicarse a todos en general, fuere del partido que fuere. Claro que eso no sucede en la realidad. Y quizá a eso se deba que el área metropolitana crece descoyuntada. Total. 

Pero este año, el informe estuvo signado por un elemento común colateral: el coronavirus. Unos alcaldes destacaron en su informe la labor realizada en cantidades y cifras fabulosas (de fábula) para prevenir y combatir el malicioso Covid-19, como la alcaldesa de Guadalupe, Cristina Díaz; otros dijeron que por esa misma causa había sido un año muy difícil, como Zeferino Salgado de San Nicolás, que al mal sumó el efecto destructor de la tormenta Hanna. Y así…

      César Garza Villarreal, de manera virtual, ya que ha sido alcanzado por el tentáculo ominoso del Covid-19, destacó que se destinaron 95 millones de pesos con fondos propios al Programa Contigo para apoyar con 400 pesos a familias desfavorecidas durante dos meses, y la distribución de 35 mil despensas durante un mes a familias con necesidad, asimismo se realizó un programa de venta de productos básicos a bajo precio para beneficio de 75 mil familias, con la cooperación de comerciantes y grandes almacenes. 

Las consecuencias de la pandemia, además de los problemas de salud, han sido la pérdida de empleos, la falta de trabajo, el cierre de negocios, la reasignación de presupuestos. Por eso uno de los principales retos de los ayuntamientos es la reactivación económica, que en el caso de Apodaca, Informa César Garza Villarreal, se ha respaldado en su cargo como centro manufacturero de clase mundial, al ser el cuarto municipio industrial de México. Agregó que tanto en el primer trimestre, como en el segundo del año en curso han llegado importantes inversiones de compañías internacionales. 

Otros municipios, como Escobedo, Guadalupe, Villa Juárez, García, Santa Catarina, San Pedro, por mencionar los más cercanos geográficamente a Monterrey, se caracterizaron más por el bla bla que por acciones eficaces y realmente de beneficio a la ciudadanía de una forma permanente. Que entregaron  tantos ramos de flores a las personas de la tercera edad, que guardaron un minuto de silencio por las personas fallecidas a causa del Covid-19, que se ayudó a los grupos vulnerables. Que se invirtieron no sé qué tantos millones de pesos en pavimentación, pero vaya a ver esas calles y están llenas de baches; que se hicieron ferias del empleo ofertando plazas para dos mil vacantes, sí, pero nadie se contrató: que se apoyó con kits de limpieza a los ciudadanos, pero las calles están llenas de basura.

Y en ciertos municipios, como Villa Juárez, Escobedo y Monterrey, la delincuencia, en particular la relacionada con la delincuencia organizada sigue tan campante. Son los municipios más penetrados por las bandas criminales. Entonces para qué tanta alharaca en el papel si en la realidad la cosa sigue estando del carajo. 



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