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Opinión Columna


La nueva reforma educativa


Publicación:11-05-2019
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La nueva reforma educativa es trascendente por su fondo, pero también por la forma en la que fue aprobada

 

Finalmente, con 97 votos a favor de Morena, PT, PES, Verde, PRI, MC, y PRD, así como con 22 sufragios en contra del PAN, fue aprobada la nueva reforma educativa que es la enmienda de mayor alcance y profundidad de las que se han logrado a lo largo de la presente Legislatura. Sin lugar a dudas, se han conquistado reformas muy importantes como la laboral o la Guardia Nacional, entre otras. No obstante, esta nueva reforma educativa simboliza el proyecto nacional de transformación, pues toca dos grandes derechos humanos: el trabajo y la educación.


Lo votado en el Congreso restituye derechos a los trabajadores de la educación y, además, en el plano educativo recoge una gran cantidad de elementos como la obligación del Estado en materia de Educación Superior; los de gratuidad, de laicidad o de inclusión entre los principios rectores de la educación y recoge el respeto a la autonomía universitaria, lo que la convierte en una auténtica Reforma Educativa. Asimismo, reivindica la rectoría del Estado en la educación; recoge no sólo la enseñanza de idiomas extranjeros, sino también de lenguas indígenas; incluye conceptos como educación sexual y diversidad, enfoque de derechos humanos y perspectiva de género. Además, introduce un matiz importante al sustituir el concepto de calidad por el de excelencia académica.


De igual manera, fortalece a las Normales, se orienta por un principio de formación de los docentes; sustituye el órgano evaluador por el órgano formador de docentes; sustituye la idea de la evaluación para la sanción por la idea de la evaluación para la planeación y el diagnóstico. También, termina con la llamada evaluación punitiva, que vinculaba la permanencia en el empleo a los resultados de las evaluaciones. Ahora se promoverá y estimulará la formación de profesores. Por lo tanto, es una reforma muy completa y profunda. Es toda una transformación social que apuntala el nuevo andamiaje legal del Estado de Bienestar Social que se construye en México.


En este contexto, es importante reconocer las aportaciones de todos los grupos parlamentarios, pues en tanto se trata de una reforma constitucional, su aprobación necesitaba del apoyo de dos terceras partes de los legisladores. Entonces, fueron necesarias no sólo las aportaciones de Morena sino también, en este caso, del PES, del PT, del PRI, de Movimiento Ciudadano, del PRD, del Partido Verde. Incluso quienes votaron en contra en el Senado de la República siempre mantuvieron una actitud de civilidad. En una democracia, la oposición y la crítica son factores deseables y necesarios, pero también es indispensable un clima democrático como el que se dio ayer en el Senado.


La nueva reforma educativa es trascendente por su fondo, pero también por la forma en la que fue aprobada. La reforma logra reivindicaciones múltiples y virtuosos equilibrios. Responde a la necesidad de una educación integral y de excelencia para la infancia y juventud de México.


Es también modernizadora y vanguardista de conceptos educativos. Recoge la lucha de varias generaciones a favor de la educación pública gratuita e incluyente a nivel superior y es por supuesto una victoria del magisterio sobre la persecución que sufrieron en el sexenio pasado. Deroga la reforma anterior pero establece una nueva transformación. Gana la infancia, la juventud, los maestros, la educación y el país.



« Redacción »
Martí Batres


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