banner edicion impresa

Opinión Editorial


Joseph R. Biden Jr.


Publicación:16-07-2020
version androidversion iphone

++--

Faltan 110 días para que se desvele la gran incógnita: ¿quién será el próximo presidente de Estados Unidos?

Faltan 110 días para que se desvele la gran incógnita: ¿quién será el próximo presidente de Estados Unidos?

El 3 de noviembre los ciudadanos norteamericanos irán a las urnas, sabemos bien que esa decisión tendrá efectos expansivos en todo el orbe. Así es desde hace un siglo, a partir de que el eje del poder mundial emigró de Londres a Washington. En esta ocasión sus repercusiones serán mayores porque tal hegemonía está de nueva cuenta en disputa entre los poderes asentados en la ribera del Potomac y los que se expanden desde Beijing.

La manera como EU está tratando de ganar ese pulso, ya colocado en fase definitoria, hasta ahora no se sustenta en una estrategia de estado, arropada por un sólido acuerdo nacional bipartita. Son evidentes las radicales diferencias entre la visión y el estilo de la administración Trump y la propuesta del Joseph R. Biden. Por eso el mandato de los votantes estadounidenses tendrá alcances históricos.

Sabemos o por lo menos contamos con bastantes elementos de juicio, para anticipar lo que ocurrirá si el actual presidente es reelecto. También es necesario conocer el programa que trae entre manos el candidato demócrata; Joe, como firma su cuenta de Twitter, podría estar despachando próximamente en el escritorio de la oficina oval de la Casa Blanca.

Por ello es recomendable analizar su posicionamiento titulado "Por qué Estados Unidos debe volver a liderar. El rescate de la política exterior estadounidense después de Trump". Publicado recientemente en la revista Foreing Affairs. (Edición Latinoamérica, jul-sept 2020).

Parte de un diagnóstico sobre los grandes desafíos mundiales: cambio climático, migración masiva, disrupción tecnológica, enfermedades infecciosas. Señala como amenazas más peligrosas: el rápido avance del autoritarismo, el nacionalismo, el liberalismo. Todos ellos, escribe, "socavan nuestra capacidad para encararlos colectivamente".

Denuncia: "La democracia paralizada por el hiperpartidismo, asediada por la corrupción, lastrada por la desigualdad extrema, encuentra difícil cumplirle a los ciudadanos. La confianza en las instituciones democráticas se reduce, el temor al otro va en franca escalada. El sistema internacional que EU construyó con tanto cuidado se deshace... Trump y demagogos de distintas partes del mundo se inclinan hacia esas fuerzas en busca de ganancias personales y políticas..."

¿Qué propone?: Volver a articular el mundo, rescatar la reputación de EU, reconstruir la confianza en su liderazgo, movilizar al país y a sus aliados.

Detalla tres grandes líneas estratégicas: Renovación nacional de la democracia; Política exterior para la clase media; Volver a encabezar la mesa.

Imposible comentar en este espacio el despliegue de cada una. Me detengo en un punto especialmente relevante: Biden anuncia que en su primer año de gobierno EU organizará y será anfitrión de una cumbre mundial por la democracia. "Para renovar el espíritu y propósitos compartidos de los países del mundo libre... confrontar de manera abierta a los países en retroceso y forjar una agenda común" fijando compromisos verificables.

Se trata, pues, de un planteamiento revulsivo con aplicaciones en diversos ámbitos: política interior, comercio internacional, desarrollo tecnológico, defensa de libertades y derechos humanos para demostrar "que EU está preparado para volver a liderar, no sólo con el ejemplo de nuestro poder sino con el poder de nuestro ejemplo..." Ese el tono en todo el documento.

Conviene leer el texto de Biden a contraluz de las escenas vistas y las palabras escuchadas en el exitoso encuentro entre los presidentes de México y EU. Quizá ahí se encuentran las claves para resolver muchos de los enigmas que la envuelven.

Twitter: @LF_bravomena



« El Universal »
Luis Felipe Bravo Mena


Publicaciones del autor