Es cierto que en Nuevo León las autoridades policiacas de todos los niveles se han aplicado en algunos renglones, bajando las estadísticas.

Pero de igual forma, también es cierto que en otras áreas no se ha tenido el éxito deseado, a grado tal que dejan muy mal a la entidad.

Sobre todo en el análisis comparativo de las estadísticas a nivel nacional, lo cual sigue con focos rojos encendidos y preocupados a la alza.

De modo que de poco o nada han servido las constantes reuniones de la mesa de seguridad que continua dando palos de ciego y muy feo.

En materia de inseguridad, las ejecuciones están a la orden del día, donde los criminales como el Coronavirus, siguen a la alza.

No se diga el robo de autos, donde la entidad se ha deslizado al segundo lugar en el país, con un repunte en plena pandemia.

Ante ello, como siempre urge ajustar estrategias a fin de cerrar la brecha, porque simplemente, la inseguridad no descansa.

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Las autoridades podrán decir misa, pero una cosa es más que cierta, que la violencia familiar muestra una carrera hacia la alza.

El dato aunque preocupa a más de dos, no ha podido contenerse ante lo que semeja el cuento de nunca acabar así se hagan reformas.

Especialmente, cuando la víctima principal sigue siendo el llamado sexo débil.

Y aunque las autoridades de la FGJE han creado mecanismos de atención vía Internet, queda más que claro, que la violencia femenina no para.

Si se continúan agregando rayitas al Tigre y más en tiempo de Pandemia, y si el mecanismo a distancia es bueno, urge afinarlo.

Porque de lo contrario, qué explicación sólida se podría dar al crecimiento desmedido de la violencia a la mujer en Nuevo León.

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A mayor movilidad, sin lugar a dudas y de acuerdo a la experiencia vivida, mayor será el repunte de los contagios en la Entidad.

Y si no lo quiere creer, no es que seamos aves de mal agüero, pero vale echar números de acuerdo al permiso oficial de las autoridades.

Sobre todo, desde el día de la reactivación de los últimos establecimientos que han generado así una importante movilidad.

Lo anterior, porque de igual manera se ve en las calles de la entidad un alto número de personas de paseo en plazas, parques, ríos y arroyos.

No se diga en los conocidos paseos recurrentes que se reflejan de manera importante en muchas de las arterias de la localidad.

Y, si a eso se agrega que se ha olvidado el distanciamiento social, que se vuelve recurrente el saludo de mano y de beso, pues ya sabrá.

Así que ''sálvese'' el que pueda, porque de no reconsiderar las medidas de la sana distancia y la higiene, los números se irán a la alza.

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Ahora que el INE decretó el arranque oficial de las campañas, quienes tienen piernas de jinete siguen afinando la puntería.

Hay algunos que no han dejado de promocionarse, agarrándose de cualquier tablita para salvar alguna posible sanción.

Pero con eso de que lo que no está prohibido está permitido, hay quienes no dejar de tantearle el agua a los camotes.

Por lo que de una u otra forma, se han ido definiendo posibles cargos a disputar, mientras otros más, se muestran reservados.

De ahí que no le extrañe si de la noche a la mañana arrecia la tan llamada guerra sucia, porque en política el que no cae...

Y como no nos gusta el chisme, nada más le pasamos el dato sin nombres para no herir susceptibilidades, por aquellos sentidos.

Pero lo que sí se puede asegurar es, que como siempre, abundarán las aglomeraciones de los suspirantes en los mismos cargos.

Así que vale la pena agarrar asiento, lugar y tabla porque esto amaga con ponerse más que interesante, sino pa'l baile vamos.

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Eso de la destitución de los 42 legisladores locales de acuerdo al proyecto que se pretende cristalizar por desacato, no es sencillo.

Especialmente, cuando dicen los que dicen que saben, que para que esto tome forma, hay muchos pasos todavía por realizar.

No son trámites fáciles o como dice la raza, no son enchiladas, porque para ello hay que tomar en cuenta que no están mancos.

En el mejor de los casos, de acuerdo a los diputados, tienen un cúmulo de alternativas que mover, antes de que les saquen el tapete.