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Opinión Editorial


Independencia


Publicación:16-09-2020
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En el caso de un país, la independencia se refiere a liberarse de la ocupación que sufre a manos de otra nación que mantiene un dominio

La psicología individual es al mismo tiempo y desde el principio psicología social

Sigmund Freud

Hoy, que celebramos la independencia de México, reflexionemos al respecto. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, Independencia es:1. Cualidad o condición de independiente. 2. Libertad, especialmente la de un Estado que no es tributario ni depende de otro. 3. Entereza, firmeza de carácter. La palabra se compone del prefijo latino in- (negación), dependere (colgar de arriba, estar bajo la voluntad de otro) -nt- (agente, quien hace la acción) y el sufijo -ia (cualidad).

En el caso de un país, la independencia se refiere a liberarse de la ocupación que sufre a manos de otra nación que mantiene un dominio militar, jurídico, religioso y de explotación de sus recursos, para estar en posibilidades de elegir libremente su forma de gobierno, desarrollo económico, cultural y social. Lo que se conoce como el derecho de libre determinación de los pueblos. Una vez conseguido esto, dicha nación puede decidir entrar en relación, digamos, de igual a igual, con las demás naciones, incluso con aquella de la que se liberó, una vez que también ésta ha reconocido su independencia

Por otro lado, ninguna nación -como ninguna persona- surge, nace y se salva sola, sino en la interdependencia, es decir, en la relación con los demás. La globalización lo demuestra en cada uno de sus detalles. La pandemia del Covid-19 que estamos padeciendo mundialmente, por ejemplo, nos ha hecho vivir la experiencia, inesperada, directa y global, que, en materia de salud y economía, ninguna nación -incluso las que se creían más potentes- se curan, desarrollan y salvan solas. El intercambio científico, tecnológico, humanitario, ecológico y comercial, es vital para la salud y el desarrollo de las naciones. Por lo que la lucha, competencia y dominación deben ir cediendo más el lugar a la articulación y cooperación entre los distintos países. 

En cuanto a la vida de una persona, desde el nacimiento requerimos ser socorridos, atendidos, cuidados y alimentados por alguien; alguien nos cuida, pone un nombre y registra como ciudadanos. Dichas atenciones comprenden una doble función, nutrición y gestos amorosos. Requerimos de un otro del seno y del signo (del signo de amor) -en la expresión de Massimo Recalcati. Iniciándose un recorrido hacia la independencia, siempre desde una interdependencia originaria del otro, después de una interrelación, de una articulación con el semejante. Ello nos muestra algo fundamental sobre la independencia: que ésta no es una posesión del capricho de cada uno, algo que alguien posee “por sus pistolas” individualistas, por un exceso de potencia, sino por un derecho que se ha conquistado y ejerce en el colectivo social más amplio. Aquí podemos ver cómo la psicología individual y social se cruzan y articulan, pues no hay una sin la otra. En esa misma línea, independencia no implica romper lazos con el otro, hacer lo que se antoje, transgredir cualquier forma de ley -como una cierta apología perversa lo promueve, desde una lógica del mercado con su imperativo de goce ilimitado, explotación y dominación del otro y sus recursos, como un rostro reduccionista del éxito- ya que precisamente la libertad y la independencia son cualidades, derechos que emanan de un tejido jurídico-social compartido: no es que se pueda hacer todo lo que se desee solo porque sí; se tienen derechos y obligaciones porque se han conquistado grupalmente y no en aislamiento. La psicología individual-familiar se ha logrado en la dependencia-independencia, justamente porque se ha sabido reconocer y rendir “tributo” a lo enseñado-heredado por quienes se han ocupado de la crianza, los tutores o padres, reconquistándolo mediante una apropiación singular. Donde liberarse, independizarse -contrario a lo que muchos creen, que implicaría romper con algo del pasado, olvidarlo, no pensar en ello- es asumir una participación responsable con aquello que se ha recibido y vivido, incluso padecido, haciendo algo diferente, una invención -singular, creativa y responsable- con ello; haciendo, muchas veces, de la herida, poesía. 

Instagram: camilo_e_ramirez



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