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Opinión Editorial


Galería de la Mujer


Publicación:12-05-2020
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Nos sentimos honradas de proponer que la Galería de la Mujer sea encabezada por Andrea Villarreal González

Aparte de dispensar honores a la memoria de los nuevoleoneses que hayan prestado servicios de importancia al Estado, el Congreso de Nuevo León tiene la facultad de crear Galerías que tiendan a su reconocimiento público, así como a la exhibición y difusión de documentos históricos.

En el Vestíbulo del Congreso del Estado se exhibe de forma permanente la Galería de Héroes de la Patria y la Galería de Legisladores, placas con los nombres de los integrantes de cada Legislatura desde 1985, cuando el Congreso se trasladó a su recinto actual de Matamoros y Zaragoza.

Cabe señalar que el actual Recinto Legislativo es la tercera sede oficial del Congreso. La primera fue 1824 a 1901 en un edificio ubicado de la esquina noroeste de las calles Morelos y Escobedo. La segunda de 1901 a 1985 en el ala izquierda del Palacio de Gobierno.

Hay que apuntar que desde el año 2010 se instaló el Muro de Honor del Salón de Sesiones, para inscribir con letras áureas los nombres de hombres y mujeres ilustres y en virtud de que el próximo 9 de julio se cumplirán 196 años de vida del Congreso, hoy más que nunca resulta notoria la ausencia de figuras femeninas en las Galerías y en el Muro de Honor, a pesar de la activa y valiente participación de las mujeres en la historia de Nuevo León.

Por ello, en la Comisión de Educación, Cultura y Deporte -la cual es un honor presidir-, propusimos crear la Galería de la Mujer del Congreso, propuesta que acordamos consensar a partir de nuestra solicitud para colocar el óleo de la periodista, escritora y revolucionaria nuevoleonesa, Andrea Villarreal González, en los muros del Vestíbulo del Recinto Legislativo, con el fin de preservar viva su memoria por los servicios prestados al pueblo.

Lo anterior, debido a las peticiones para colocar además los óleos de Leona Vicario, la Benemérita Madre de la Patria y de Carmen Serdán, la Heroína de la Revolución Mexicana, así como la Placa Conmemorativa de las primeras mujeres que ocuparon un cargo de elección popular en Nuevo León: Orfelinda Villarreal González, primera Presidenta Municipal; Ofelia Chapa Villarreal, primera Diputada Local; Margarita García Flores, primera Diputada Federal y, María Elena Chapa Hernández, primera Senadora.

Por nuestra parte nos sentimos honradas de proponer que la Galería de la Mujer sea encabezada por Andrea Villarreal González, mujer nacida un 20 de enero de 1881 en Lampazos de Naranjo, en el seno de una familia donde la política y la literatura eran una realidad cotidiana, herencias de las cuales dejó huella combativa durante la Revolución Mexicana.

Con su valiente pluma se unió a las causas de los hermanos Flores Magón, Juan Sarabia, Camilo Arriaga, Librado Rivera, Elpidio Canales, entre otros, como activa militante del Partido Liberal Mexicano y del periódico ‘Regeneración’, donde escribió artículos de combate y llamados para que el pueblo tomara su lugar en la lucha contra el dictador Porfirio Díaz.

Andrea Villarreal no fue ‘adelita’ ni ‘soldadera’, pero su defensa por los oprimidos y por los que menos tienen la llevó a tomar lápiz y papel desde su exilio en Estados Unidos, para redactar en inglés que “Si Juan Sarabia muere, el Partido Liberal Mexicano matará el Gral, Porfirio Díaz”, tras enterarse que Sarabia estaba en preso en las mazmorras de San Juan de Ulúa.

El mensaje lo firmó a los 25 años de edad cuando muy pocos hombres se oponían al porfiriato y lo cual provocó que el periódico The Post Dispatch de San Luis Missouri publicara el retrato de Juan Sarabia y de Andrea Villarreal con la frase que había escrito, así como un dibujo de una mujer que blande una espada con la mano frente a un retrato de Porfirio Díaz.

Andrea Villarreal luchó no sólo por las causas de libertad y justicia, sino que escribió ideas de avanzada para las mujeres en el Diario del Hogar que editaba Filomeno Mata y fundó un Club Feminista que trabajó por el voto de la mujer, tema sobre el cual Francisco I. Madero la conminó a no desmayar.

Ya en edad madura regresó a Monterrey. El 10 de mayo de 1941 ganó con su poema ‘A la Madre’ el concurso Flor Natural convocado por la radiodifusora XEMR y a la edad de 73 años se inscribió como alumna de la cátedra de Humanidades de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL, en el ciclo 1954-55. El 19 de enero de 1963 muere a un día de cumplir 83 años y hoy por su temple e indomable espíritu de mujer merece tributo perenne.

¿Qué hacéis aquí hombres? …Volad, volad al campo de batalla.



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