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Opinión Columna


Gabinete de AMLO debe cumplir


Publicación:05-02-2019
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Conducirse con honestidad es también una forma de vida; no se puede ser honesto sólo en aquello que ante los ojos de la opinión pública se exhibe.

 

Es innegable que el presidente Andrés Manuel López Obrador puso en jaque a algunos integrantes de su gabinete al obligarlos a cumplir con su declaración 3de3.


Algunos secretarios y funcionarios de alto nivel, así como gobernadores y todos aquellos que obtuvieron un cargo a través del voto popular a favor de Morena están obligados moral e ideológicamente a presentarla, no sólo porque legalmente es lo correcto, la forma y procedimiento para hacerlo, son el ejemplo mismo que el jefe del Ejecutivo ya ha dado.


El ejemplo del primer mandatario no sólo debe ser adoptado por integrantes de su gobierno y de su partido, también deben adoptar la clara ideología que el Presidente ha hecho sentir a la opinión pública y al pueblo de México: vivir en la medianía que el cargo público retribuye y eso, es lo que aún está por verse en el caso de muchos de sus colaboradores.


Un importante sector de la población que no simpatizó con López Obrador, incluso muchos que se agruparon en la oposición y no votaron por él, hoy, ante el discurso consistente que muestra, genera en estos sectores la percepción de que existe honestidad en sus palabras y en el mensaje que, a lo largo de la República, transmite en sus diferentes mítines y en las ya famosas mañaneras. ¿Por qué no creer en el presidente y depositar en él la confianza, si es el máximo líder que democráticamente hoy dirige los destinos del país?


Ha sido claro en señalar que es el presidente de todos los mexicanos y gobernará sin distingos, ni privilegios, lo cual genera certeza en todos aquellos que, en la vida pública o política, sientan el temor de que gobernantes locales, azuzados por el poder, se envuelvan en la soberbia y cometan actos tan denostables como inducir para fines personales o caprichosos el sentido de la justicia en sus diferentes expresiones.


¿Por qué no creer en López Obrador?


Si simpatizantes de él, militantes de Morena, opositores y todos aquellos que anhelan un nuevo proyecto que concrete la justicia social, tan esperada, o simple y llanamente la justicia, tenemos un solo punto convergente: todos tenemos un sólo un presidente de México


Sólo López Obrador podrá garantizar esa justicia anhelada y no sólo por la forma arrolladora con que ganó el proceso electoral y se hizo de la confianza de millones de mexicanos.


Sólo él porque es innegable que su triunfo llevó a la victoria a muchos que a través de su partido hoy ostentan el poder, ojalá y estos no se asuman superiores a la figura de quien los hizo ser y traicionen su confianza, actuando apartados de los cánones y principios ideológicos que el presidente ha manifestado ya en reiteradas ocasiones: "No mentir, no robar y no traicionar".


Conducirse con honestidad es también una forma de vida; no se puede ser honesto sólo en aquello que ante los ojos de la opinión pública se exhibe. La honestidad se acredita en cada acto o acción, es una norma moral, esa norma que permite el equilibrio y la consolidación de todos los sectores de la población. El prestigio o la fama se adquiere por actos recurrentes sean públicos o no.


Para muchos hombres y mujeres el último recurso, sin duda, será la justicia que a nivel federal se obtenga, no sólo por el poder Legislativo o el Judicial, el garante para otorgar justicia es el Ejecutivo.


Y nadie en su cercanía con el Presidente debe ni podrá utilizar el afecto o el acompañamiento a lo largo de su lucha, como pretexto para abusar de sus encargos y actuar de forma adversa a lo que hoy el máximo líder de todos los mexicanos ha dejado en la creencia del pueblo de México.



« Redacción »
Héctor Serrano Cortés

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