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Opinión Editorial


Frankenstein


Publicación:03-10-2020
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"La justicia no se consulta". En la sencillez de esta frase está la contundencia del Estado Democrático de Derecho y la fortaleza de nuestra Constitución

Quizá sea prematuro juzgar lo que sucedió en la sesión donde la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la cual los ministros votaron respecto a la constitucionalidad del planteamiento presidencial que pretende someter a consulta pública la conveniencia de enjuiciar a los expresidentes neoliberales, sin que siquiera se haya exhibido la presunción de un delito cometido por cada uno de ellos.

El presidente pidió el aval para una iniciativa totalmente inconstitucional, pues como menciona el ministro Javier Laynez Potisek, quien estuvo en contra de este proyecto: "La justicia no se consulta". En la sencillez de esta frase está la contundencia del Estado Democrático de Derecho y la fortaleza de nuestra Constitución.

Sin embargo, si tomamos como alegoría la vieja canción infantil "los maderos de san Juan", "el presidente pidió pan y los ministros le dieron queso", pues estos le aprobaron un texto diferente, émulo de Frankenstein, deforme e inutilizable.

Este escenario, si reflejase un posible intento planeado por los ministros para dar a este conflicto una salida política, diplomática y sin enfrentamiento ni con el presidente, ni con los críticos de esta consulta, seguramente les beneficiaría a ellos, pero tendrá un impacto de consecuencias insospechadas en nuestro país.

Si leemos la pregunta aprobada por los ministros vemos que no dice nada relevante semánticamente en su contenido, pero el manejo político con sabor a victoria que seguramente se le dará a la respuesta por parte de la 4T, estimulará en el pueblo expectativas peligrosas.

"¿Estás de acuerdo o no, en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminados a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?"

Lo que parece que no entienden los ministros que se manifestaron a favor de la constitucionalidad, es que lo importante no es lo que realmente es, sino lo que percibe, entiende e interpreta "el pueblo". Hoy el pueblo bueno entendió que sí se une, no habrá más ley que la suya, la que imponga su voluntad, porque la ley amparada por la Constitución Mexicana se volvió decorativa.

Ante preguntas predictivas y manipuladoras que reflejan estereotipos "socialmente correctos", las respuestas se alinean a los deseos de quien pregunta. También debemos considerar que detrás de esta obviedad vendrá un gasto exorbitante que tendrá que invertir el INE para que el pueblo bueno diga que sí a algo tan abstracto que la mayoría no entenderá, pero que aprobará para dar gusto al presidente.

Por una parte, se extinguen fideicomisos porque falta dinero, además de que ha sido insuficiente el presupuesto para medicinas, según denuncian padres de niños enfermos de cáncer, así como los médicos que se han quejado de no recibir los insumos necesarios para protegerse del virus del COVID, entre otras muchas carencias. Sin embargo, si habrá dinero para organizar esta consulta, cueste lo que cueste.

Podemos resumir el impacto de este escandaloso asunto en los siguientes puntos:

1. Se invertirán recursos cuantiosos para conocer una "verdad de Perogrullo", mientras se extinguen fideicomisos, se recortó el presupuesto aprobado por el Congreso a los organismos públicos y dependencias de gobierno, entre otras acciones restrictivas.

2. Se da el mensaje al pueblo de que a partir de ahora la justicia ya no se ceñirá a la ley, sino a la voluntad popular.

En todo esto queda claro un mensaje definitivo de algunos miembros de la SCJN, a quienes se debe la validación de esta propuesta presidencial: Señor presidente estamos a sus órdenes y en espera de sus próximas indicaciones. ¿Usted cómo lo ve?

@homsricardo



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