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Opinión Editorial


El Virus X


Publicación:05-07-2020
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Las epidemias nos siguen asechado a lo largo de los últimos meses.

Las epidemias nos siguen asechado a lo largo de los últimos meses. El SARS-Cov2 ha sido la madre de las epidemias, la pandemia mayor después de la Gripe Española del siglo pasado, en 1918. Como toda pandemia el SARS-CoV2 ha tenido un costo en vidas humanas, aún menor que la Gripe Española, sin embargo, el costo económico de esta pandemia de nuestro siglo XXI, es realmente una hecatombe económica aún de profundidades desconocidas.

A lo largo de este año 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha detectado diez brotes epidémicos, todos apartemente controlados: el virus del ébola, sarampión, coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-Cov), dengue, fiebre amarilla, fiebre de Lassa, entre los más importantes.

En los medios impresos también hemos identificado varias amenazas actuales de diferentes virus ya conocidos, que tienen potencial para desarrollarse como un brote epidémico, tales como: la amiba Naegleriafowleri en Florida; la peste bubónica en Mongolia; la peste porcina Africana en China, esta última asociada a una cepa de gripe encontrada en los cerdos, que ha sido identificada como G4 EA H1N1; el hantavirus también en China;el cólera en Asia y África; la meningitis C en Nigeria; la fiebre amarilla en Tanzania e India; la difteria en Indonesia; la malaria en Sudán del Sur; el sarampión en la ciudad de México, y principalmente en Asia y África; el dengue en Brasil, entre otros. 

En realidad no necesitamos más virus, con el SARS-CoV2 tenemos, ya que se trata de una mutación derivada de la familia de Coronavirus, ya conocida desde antes por la OMS, cuya nueva versión,identificada a partir de diciembre de 2019,ha puesto en jaque los sistemas de salud en todo el planeta.

Los virus son misteriosos sin duda, en cuanto a su origen, como sabemos se presta a muchasespeculaciones,  si fue o no  procesado en un laboratorio chino, o si realmente posee una fuente zoonótica, derivada del contacto entre humanos y animales, donde las condiciones de higiene son precarias.

La gente tiene la  esperanza en una posible vacuna, lo cual haría más seguro el poder socializar como antes y creen que finalmente podríamos volver a la vieja normalidad. Es una fantasía importante, querer recuperar el orden de cosas perdido. Sin embargo, aún con vacuna, el virus seguirá mutando, volviéndose más eficiente en sus mecanismos de transmisión, así que para el otoño e invierno recuperará espacio, y seguramente seguirá en su interminable mecanismo de mejoramiento y adaptación al medio ambiente, lo cual lo convierte en un agente patógeno difícil de vencer.

Finalmente, con la vacunación el futuro del SARS-CoV2 será parecido al de la influenza estacional, donde será necesario vacunarnos año con año, para actualizar los anticuerpos necesarios ante la constante mutación inteligente del virus.

Las instituciones mundiales encargadas de la seguridad sanitaria tienen tres retos principales, considerando que los sistemas de salud son, en general, precarios y poco efectivos para lidiar con riesgos epidemiológicos. Sin embargo, la alerta temprana y la prevención son relevantes para contener los brotes epidémicosinminentes.

El primer reto es identificar y ubicartempranamente el brote epidémico en proceso, y lograr contenerlo. Esto es lo que hacen constantemente los epidemiológicos a nivel internacional, al menos lo intentan.

El segundo reto es hacer frente a las variantes derivadas de un agente patógeno por motivo de mutación. Como es el caso del SARS-CoV2, que se desprendió de un agente patógeno conocido y perteneciente a  la familia de Coronavirus. El virus mutado representa, en la práctica, un nuevo virus, de origen desconocido, pero asociado con antecedentes ya conocidos en cuanto a su vinculación con virus previamente existentes.

El tercer reto es el más complejo pero a la vez el  más inesperado, se trataría del Virus X,  un virus que podría solo pensarse desde la ciencia ficción, donde su origen resulta desconocido en su totalidad. No se sabe absolutamente nada del mismo, no posee antecedentes que lo liguen con agentes patógenos ya conocidos.  Un virus para el cual la ciencia médica no posee ninguna pista.

Ante un Virus X como el ya descrito, la humanidad simplemente se estremecería de miedo, un terror aún más profundo que el que ha provocado el SARS-CoV2. Pero afortunadamente, algo así solo pertenece al mundo de la especulación  y de las teorías conspirativas.

Hoy en día, la contingencia sanitaria Covid-19 sigue fuera de control en muchas áreas del territorio nacional, los gobiernos locales intentan ejercer coerción sobre la población para que tome las medidas sanitarias obligadas, sin embargo, la gente se ve cansada por el confinamiento, desobedece hasta en lo  más mínimo que es llevar puesto un cubre bocas.

Ante el confinamiento, la gente en lugar de volverse más reflexiva ante la soledad y el tiempo que posee para meditar, solo está esperando el momento de liberarse o sentirse libre, para dar rienda suelta a la celebración y romper con las medidas de distanciamiento social.

Se encuentran tan arraigadosnuestrosvínculos humanos en la expresión de nuestras emociones, que difícilmente se puede adaptar a las medidas propias de un mundo postCovid-19. Por ejemplo, no es posible imaginar un sepelio sin que los participantes brinden muestras de apoyo a los deudos rompiendo para ello las normas de la sana distancia. Los abrazos y los besos, aún con cubre bocas, son inevitables.

Alguna gente cree que el mundo preCovid-19 regresará tal como lo conocimos, como si nunca hubiera pasado, como una pesadilla horrenda la cual queremos olvidar. Pero el cambio ya ocurrió, el mundo postCovid-19 es lo que sigue, y se tratará de una realidad alterna a la que teníamos. La tecnología en su carácter  de mediación humana, permitirá continuar con muchas actividades que antes realizábamos de manera presencial.

Las inequidades que ya existían en el mundo preCovid-19, se volverán más acuciantes ante el mundo postCovid-19, la brecha digital se profundizará y tendremos la realidad social de los que están incluidos en la nueva realidad postCovid-19, y los excluidos de esa nueva configuración social, económica y tecnológica.

El fin de semana pasado en Alemania reabrieron los pubs, los bares o cantinas. La gente salió a festejar como lo hacían en el mundo preCovid-19, bebieron decenas de cervezas en unas cuantas horas y salieron a cantar, bailar y abrazarse en medio de las calles, como si la Gran Guerra hubiera terminado. Pero el dinosaurio sigueallí, y aunque intentemos cerrar los ojos y seguir dormidos, el  estegosaurio no desaparece por arte de magia, pero eso es lo que quisiéramos.




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Arturo Delgado Moya

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