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Opinión Columna


El nuevo dirigente de Morena


Publicación:09-02-2020
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Se trata nada más y nada menos que de la visita de Alonso Ramírez Cuéllar, presidente del comité ejecutivo de Morena

Los que cierran filas este día, o mejor dicho hoy por la tarde son los seguidores del partido Morena, toda vez que estará de visita en tierras regias su nuevo dirigente.

Se trata nada más y nada menos que de la visita de Alonso Ramírez Cuéllar, presidente del comité ejecutivo de Morena, quien viene a pisar base a la tierra de la machaca y el cabrito.

Por lo que luego del ‘’Golpe de Estado’’ que le dieron hasta hace pocos días a quien fuera su dirigente, Yeidckol Polevnsky, a invitación de los morenistas regios los visita.

De modo que, habrá que ver cuáles serán las buenas nuevas que habrá de dar a conocer, el novel dirigente ante la convocatoria del consejo estatal de Morena en la entidad.

Por lo que habrá de ver el poder de convocatoria, que al juzgar por lo que se ve y que nadie quiere quedar fuera de las boletas electorales del 2021, muchos buscarán salir en la foto.

Los que andan haciendo gestos todavía son los representantes de la chiquillada, pues como lo destacamos en este espacio quienes mandan galleta en Congreso local, tomaron algunas decisiones por todos.

Entre otras cosas, sin que se consultara a tofos los diputados que conforman el legislativo, según dicen los quejosos se avaló por ahora ya no presentar más iniciativas porque ya tenían mucho trabajo acumulado.

Y, con eso de que se tenían que quemar mucho las pestañas, no valía la pena seguir haciendo montón, por lo que de paso se optó por mandar al carajo poco más de un centenar de iniciativas por caducas.

Por lo que ya hay diputados que andan agitando las aguas, para que la ciudadanía que se haya visto afectada por dicha decisión, la haga de tos y no se quede sin el derecho de petición, por lo que esto apenas empieza.

Quien sabe qué estará pasando, pero en la escuela primaria Rafael Garza Livas en la colonia Linda Vista, para ser más precisos, en el grupo de cuarto año, algo anda muy mal.

Resulta que algunas madres de familia a como pueden, están pagando la maestra que va, pero la mayoría no tiene recursos suficientes como para ponerse la del Puebla.

Por lo que en forma más que clara se está violando la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos y pisoteando los derechos de los niños, por lo que vale verificar el dato.

 

 

Pues, que todo hace indicar que eso de la asignación de escuelas vía el novedoso sistema electrónico que se implementó para el próximo ciclo escolar amaga con detonar muchos reclamos.

Sobre todo, porque hay casos que requieren más que pronta solución y que bien, podrían atribuirse a errores de dedo o de sistema, que trae mal humorados a padres de familia.

Entre algunos casos por ejemplo se encuentran aquellos en que los menores fueron enviados a escuelas de otras colonias o municipios, cuando tienen un planten a cinco minutos de casa.

O, bien aquellos en los que se dice que por errores del sistema se manda a hermanos a distintas escuelas y diferente turno, por lo que también hay reclamo pero los directivos no atienden.

Y, como es un asunto en el que tiempo apremia, tan pronto como en el amanecer de la semana, se darán cita padres de familia en las escuelas donde reclaman cupo para sus hijos.

 

 

En lo que se antoja una labor titánica, las autoridades de Monterrey de una u otra forma, han sido hasta en cierta manera tolerantes con el comercio informal.

Tan es así, que muy a pesar de los ambiciosos proyectos por privilegiar el paso de los peatones en general por aquello de la Movilidad, hay quienes no traen la misma señal.

Y, si no lo quiere ver, basta con darle una revisada a muchas de las calles del primer cuadro de la ciudad, que son un verdadero caos sin importar peatones, ni vehículos.

Vaya, las calles convertidas en mercados gigantes, son tomadas por los vendedores informales a ojos vistos por acuerdos con líderes que igual sirven al PRI, al PAN o al PRD.

Por lo que el transeúnte sigue siendo el más perjudicado, cuando quien manda galleta indica una cosa y la tropa dispone de oootra muy distinta a la orden inicial.

Y, si no lo quiere ver basta con darse una vuelta en calles cerradas del primer cuadro a peatones y vehículos, sin que nadie ponga orden.



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