"Están enojadas (las mujeres) por la violencia política, económica, intrafamiliar, la violencia en todos sus ámbitos de su vida privada y pública, por eso están enojadas, no están enojadas con el Gobierno, están enojadas por las violencias que siguen sufriendo".

En estos términos se expresó Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, hace unos días, cuando con el resto del gabinete femenino salió a defender al presidente sobre su tibia postura al respecto del paro nacional #UnDíaSinNosotras.

Me declaro una admiradora de Sánchez Cordero; admiro su elocuencia, su estilo de no perder el control aún en medio de una crisis, una dama y una profesionista a la cual aprenderle mucho.

Es cierto: las mujeres estamos cansadas del estado patriarcal, de la falta de oportunidades igualitarias en el empleo, de que el trabajo doméstico se considere exclusivo de las mujeres (y sin goce de sueldo), de la violencia física y de que poco se le crea cuando denuncia abusos o acoso.

Pero que no se equivoque Sánchez Cordero: ¡claro que hay enojo contra el gobierno!

La muerte de Abril, Ingrid, Fátima y 200 mujeres más tan sólo en lo que va del año, con o sin categoría de feminicidio es motivo de rabia, de impotencia, de enojo.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública revela que 10 mujeres por día mueren a causa de la violencia en México; es por ello que este 8 de marzo, Conmemoración del Día internacional de la Mujer fue un día diferente en México con marchas que hacen valer y demostrar el poder femenino.

En México, el 51.3  por ciento de la población es mujer y  si alguien remotamente pensó que la psicosis generada por el Covid19 y otros “distractores” diluirían el movimiento, se equivocaron.

Primero, la conmemoración del Día de la Mujer y hoy lunes, el paro nacional.

Sin oficinistas, sin operadoras del volante, sin panaderas, sin personal que atienda la guardería, sin una enfermera, doctora, seguro será una ciudad y un país diferente. Y le aseguro que algo parecido sucedería con la ausencia masculina.

Espero que esta serie de marchas y este paro nacional despierte a ese gobierno apático que cree que alzar la voz es sólo para molestar, que cree que exageramos, es más, que sencillamente no nos cree.

Deseo que las políticas públicas a favor de la mujer se refuercen y pronto podamos ver números menos agresivos hasta que no tengamos que decir ¡Ni una más!

Confío, de verdad deseo confiar que los servidores públicos de primer nivel se den cuenta que realmente hay un enojo real y justificado, contra un gobierno que no ha podido defender a la mujer al prevalecerla impunidad y la falta de acceso a la justicia, la brecha de la desigualdad y el acoso.

Y antes que se lancen a criticar o decir que porque no fuimos igual de exigentes con los gobiernos anteriores, déjenme fijar postura: el enojo siempre ha estado ahí; la manifestación siempre ha sido verbalizada.

Pero la 4T prometió ser diferente… y en lo que se refiere a la mujer, nomás no se nota.

Twitter: @Nelly_Cepeda