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Opinión Columna


Corrió como reguero de pólvora


Publicación:05-04-2020
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El dato, desde luego le puso los pelos de punta a más de dos, ante la amenaza de clausura de empresas rebeldes ante el cierre obligado

Ayer el video que lanzó a través del Facebook, Roberto Rusildi, secretario del trabajo en Nuevo León corrió como reguero de pólvora.

El dato, desde luego le puso los pelos de punta a más de dos, ante la amenaza de clausura de empresas rebeldes ante el cierre obligado.

Y, que se compartió justo cuando las autoridades de Salud en NL, daban a conocer la radiografía de los casos por Coronavirus.

Por lo que el sitio tuvo muchas visitas por quienes son asiduos cibernautas de las nuevas tecnologías y que compartieron el dato.

Lo cual, sin lugar a dudas, causó mucha inquietud entre patrones y empleados que hasta ahora ven los toros desde la barrera.

Y, que sin lugar a dudas, habrá de patentas éste día la posición de quienes se encuentran afiliados a las cámaras de NL.

Por lo que si podemos adelantar su disposición por acatar la medida, demandando apoyos necesarios del Estado y Federación.

Sobre todo a fin de salvar la empresa y mantener las fuertes de trabajo, ante lo que se augura una seria crisis por el Covid-19.

Al que de plano se le podría estar durmiendo el gallo, sin lugar a dudas es nada más y nada menos que al buen Eugenio Montiel Amoroso, funcionario estatal.

Pues, muy a pesar de su buena voluntad para levantar el registro de las personas que serán beneficiadas con los programas alimenticios del Estado se queda corto.

De lo contrario cómo se explica que en medio de la urgencia de llevar los apoyos a las personas necesitadas, con las líneas saturadas se pida paciencia a los interesados.

En el mejor de los casos y para seguir las instrucciones del gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, qué no sería mejor incrementar el número de operadores.

Está bien que se hayan ampliado los horarios para la recepción de las llamadas, pero eso no quiere decir que hayan mejorado su capacidad de atención a las personas por minuto.

Claro, a menos que esa sea la idea, cuando el propósito debería ser otra muy distinta a lo que se ve por el momento, al fin y al cabo, se tiene la indicación y los recursos.

Al juzgar por lo que se ve. En Nuevo León pese a las constantes recomendaciones por mantenerse en Casa y guardar la distancia, se parece vivir en dos mundos diferentes.

Por un lado, entre aquellos que buscan la manera mantener el control sanitario y evitar las cifras mortales a causa del Coronavirus, y otro muy distinto, el de la apatía.

El de aquellos que viven en un aparente desinterés entre lo que se dice y se hace contra el Covid-19, y que transitan sin la más mínima medida de higiene y prevención.

Pero, qué decir de las mismas autoridades de Salud en la entidad, siguen siendo un riesgo y podrían representar un problema para la salud del respetable en todas sus edades.

Las autoridades en Nuevo León ya discutieron el punto muchas veces, por lo que amagan con tomar medidas más radicales de persuasión a fin de ganar la batalla a la pandemia.

Lo que hace indicar que en cuestión de días, si no es que en horas, las autoridades locales pasarán de la teoría a la práctica por el bien común.

Mientras que en la Central de Autobuses al igual que algunos centros comerciales, la gente en general hace lo que quiere en torno a las medidas de sanitización.

Tan es así, que en la central camionera llegan pasajeros de todos lados y no todos aplican las disposiciones para evitar el riesgo de contagio ni personal, ni para terceros.

Por lo que en todo caso burlan al personal del que se dispone para la aplicación de dicha medida y a quienes agreden verbalmente y malmodean cuando les dan gel.

Lo mismo sucede en los centros comerciales, donde se respira el enojo de los compradores que no comulgan con las disposiciones de Salud, ni la sana distancia.

No se diga con la aplicación del gel antibacterial, de limpiarse los zapatos, cubrirse la boca al toser y otros más, de lo que se hace caso omiso.

Por lo que quizá mucho servirían los túneles sanitizantes como los que se aplicaron ya en el municipio de Escobedo o el Hospital Universitario, por ejemplo.

Los que se la bañan como dice la raza, son los diputados locales, que definitivamente van de mal en peor.

Resulta que el día que se conectaron para ''sesionar'' en línea, hubo quienes casualmente no pudieron o no quisieron.

Por lo que aquellos que no le sacaron la vuelta a la chamba, señalaron que así son, que si en sesión normal faltan.

Que ahora que nadie los ve, menos les apura, recordando aquellas ocasiones en que hasta los fantasmas votan en el electrónico. Ni hablar.



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