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Opinión Editorial


Cancelación de energías limpias


Publicación:24-05-2020
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La falta de confianza y las disputas legales ahuyentarán la inversión tanto extranjera como nacional

La cancelación de energías limpias o renovables, fue un rayo en cielo despejado, lo mismo para gobernadores donde se desarrollan los campos de energía solar o eólica, que para las empresas, en su mayoría extranjeras, que cumplen con contratos firmados y avanzan lo que fueron proyectos y comienzan a ser o son ya realidades. El gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, no podía dar crédito al anuncio de la nulificación de energías limpias, con el acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación. En Coahuila se desarrolla el mayor parque de energía eólica en toda Latinoamérica, que está a punto de arrancar y la segunda más grande del mundo. La sorpresa de Riquelme fue también la de la empresa Italiana contratista lista para producir electricidad a través de acuerdos de compra de energía. Todo estaba prácticamente listo para iniciar la producción de energía eléctrica. En el parque de energía solar más grande de Latinoamérica y el segundo en el mundo de energías limpias, no contaminantes. El gobernador, afirmó, tenemos grandes problemas. Todo se volvió incierto, ¿en qué se convertirá la hazaña? La energía solar en México tiene un gran potencial de generación de electricidad, Coahuila podía dar el paso.

La prestigiada revista The Economist titula su artículo sobre México: "Nada puede frenar la fijación de AMLO por los combustibles fósiles". Afirma que para las nuevas reglas no hubo el normal proceso de consulta; que las reglas establecidas por la Cenace establecen clara desventaja para las energías renovables dando prioridad a las más sucias y más caras de plantas manejadas por la Comisión Federal de Electricidad. México desaprovechó la ventaja de la pandemia (que está siendo aprovechada por otros países) para acelerar un cambio del petróleo a la energía renovable, “el presidente populista del país está haciendo aproximadamente lo contrario". Ciertamente no estamos ya en 1938 cuando Lázaro Cárdenas nacionalizó el petróleo, o en 1960 cuando Adolfo López Mateos compró todas las acciones de Mexican Light para formar la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.

Otros gobernadores se dijeron también sorprendidos y afectados por la decisión en materia de energías limpias: el de Coahuila, de Tamaulipas, Francisco García Cabeza Vaca donde se desarrolla otro proyecto, el de Jalisco Enrique Alfaro y de Durango José Rosas Aispuro. Destacan dos cuestiones: la primera es la falta de diálogo del Presidente con los gobernadores, asunto de la mayor importancia en un gobierno Federal. La segunda es la afectación a los contratistas internacionales y nacionales desconociendo lo anteriormente firmado, cancelando el acuerdo unilateralmente.

La primera interrogante es, ¿qué es lo que justifica iniciar el regreso al pasado? Cuando en el mundo entero se desarrollan grandes proyectos para generar energía eléctrica y aprovechar lo que la naturaleza pone al alcance como el viento y la energía solar, lo hacen países europeos, en Canadá, Asia, Japón, China. Pero México va al revés ¿por qué el Presidente de México tomó la decisión de liquidar las energías limpias y aferrarse a la energía eléctrica producida con petróleo pesado o combustóleo, cuando cae la demanda de los mismos en el mundo y por lo tanto las ventas a los navíos no utilizarán más el combustóleo.

CFE podría dedicarse a producir electricidad sólo en plantas no contaminantes como las hidroeléctricas y las geotérmicas. Los combustibles fósiles, el petróleo y el combustóleo son altamente contaminantes y su uso va declinando ya no es rentable, la producción de gasolinas o electricidad con combustibles fósiles también. Habría que recordar que el petróleo es un recurso no renovable y que hoy algunos países como Estados Unidos utilizan tecnologías extremas como el "Fracking" con otros daños ambientales en el subsuelo y acelerando el cambio climático. El México y el mundo de 1938 y 1960 no es son mismo que en 2020. Muchos países están avanzando hacia energías no renovables, entre ellas también la geotérmica que se utilizó en México. Nuestro país puede hacer grandes aportaciones en materia energética.

Una discusión nacional amplia, inclusiva, con expertos, análisis de experiencias propias y en el mundo, sería importante para tomar las mejores decisiones en materia de energía eléctrica. México es rico en recursos naturales y en territorio, sobre todo en el Norte del país, si hay voluntad, hay condiciones para definir una nueva política energética. La falta de confianza y las disputas legales ahuyentarán la inversión tanto extranjera como nacional.



« El Universal »