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Opinión Columna


Benito Juárez: constitucionalista


Publicación:24-03-2019
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A Juárez lo recordamos como al estadista ejemplar, pero también lo podemos considerar como un constitucionalista genial

 

Hacia finales de los años cincuenta del siglo XX, don Daniel Cosío Villegas publicó un breve estudio sobre la Constitución mexicana de 1857. Fue una aportación importante para esclarecer mediante una revisión histórica e institucional, la relevancia de un texto normativo del que muchos hablan e incluso defienden como la gran obra constitucional del siglo XIX, pero que en la realidad pocos han leído y comprendido. No tengo la menor duda que este trabajo, logró echar por tierra los mitos de grandeza que se generaron en torno a una constitución que fue mala en su concepción y peor en su ejecución.


De esta manera, Cosío Villegas nos permitió conocer el pensamiento agudo de Justo Sierra y el de Emilio Rabasa, a quienes identificó como los grandes críticos de la Carta Magna de 1857.


Si bien, Sierra y Rabasa son en justicia los críticos más representativos, no son los únicos. Al maestro Cosío Villegas se le olvidó incluir en su lista a Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Venustiano Carranza, quienes no sólo criticaron los defectos del diseño institucional ensamblado en aquella ley, adicionalmente, propusieron reformas constitucionales concretas y muy audaces, con el fin de hacer más funcional el ejercicio del gobierno. Más eficaz y contundente para revertir la anarquía gubernamental que propiciaban las reglas que estableció el mal acuerdo político que regulaba las relaciones ejecutivo-congreso de aquel momento.


La mayor parte de las críticas, se referían principalmente al diseño institucional y no así a los principios y derechos que enarbolaba. De esta manera se logró identificar el desequilibrio de poderes en donde un congreso unicameral, tenía un cúmulo sobrado de facultades que hacía muy difícil la cooperación y complementación que se debían ejecutivo y legislativo, para el mejor cumplimiento de sus funciones.


Mediante la convocatoria para la elección de los supremos poderes federales que firmó Juárez como presidente, y que se acompañó de una circular suscrita por Lerdo de Tejada como secretario de Relaciones Exteriores, el 14 de agosto de 1867, se propusieron entre otras cosas, dos reformas muy significativas, para hacer de la maquinaria del gobierno, un motor más equilibrado y sobre todo funcional. Claramente querían evitar el colapso institucional de un sistema de gobierno en donde un poder congresional y unicameral, podía más que otro poder, dentro de un sistema presidencial.


Es así como el presidente Juárez, fue el primer constitucionalista que sugirió volver a restablecer el sistema bicameral, para que el poder legislativo tuviera contrapesos internos, y también nuevas reglas de colaboración y comunicación con el poder ejecutivo. En ambos casos, mantuvo la propuesta de que la totalidad del Congreso se conformaría únicamente por vía del voto libre y popular, en donde una cámara representaría al pueblo y la otra al pacto federal.
La segunda reforma sugerida, estaba encaminada para fortalecer democráticamente al presidente frente a un poder legislativo desordenado e indisciplinado, mediante la instauración del veto suspensivo, mecanismo institucional imprescindible, para cualquier gobernante dentro de una democracia, sea parlamentaria, presidencial o semipresidencial.


Al tiempo ambas propuestas se terminaron de integrar en la Constitución, sin embargo, el veto que tenemos en la actualidad es total, y no parcial o suspensivo, tal como lo planteó el presidente Juárez. Espero que cuando los ánimos políticos sean menos personales y se piense más en las instituciones que en las elecciones, se logre rescatar una propuesta de reforma que nos legó Juárez hace algunos años para estimular una mejor relación institucional entre los poderes públicos.


A Juárez lo recordamos como al estadista ejemplar, pero también lo podemos considerar como un constitucionalista genial y consecuente con la idea liberal, de que el poder deber ser limitado para garantizar la libertad frente a la opresión de un poder abusivo.


Twitter: @Jorge_IslasLo



« Redacción »
Jorge Islas

Jorge Islas


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